El estilo único e inigualable de Fran Fine The Nanny

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de diciembre 2020.- Todas las personas que crecimos en la década de los 90 recordamos con alegría y mucha nostalgia a La Nana Fine, la niñera más cool de Manhattan que nos acompañó todas las tardes tras regresar de la escuela o el trabajo, y que moríamos de risa por sus ocurrencias siendo una simpática y hermosa mujer.

Además de que nos fascinaba ver la serie porque la nana usaba unos in-cre-í-bles atuendos de alta costura como Chanel, Versace, Christian Lacroix, Moschino entre otros, que le enaltecían esa figura para deleite de los caballeros y la admiración de las damas.

Los años 90 se convirtieron en la década ideal gracias al entretenido y único estilo de Fran. La familia Sheffield también se contagiaba con el entusiasmo del personaje principal, que siempre sorprendía con tendencias y estampados que exaltaban su gusto por la moda. Minifaldas ajustadas y peinados exagerados completaban la escena, y por supuesto tenía como cereza en el pastel la nasal voz de esta mujer que proyectaba alegría y situaciones divertidas, y se ganó el corazón de todos en esa época.

Plumas, lentejuelas, vestidos estilo sirena y trajes de dos piezas que no tenían nada de convencional; todo le servía para el look. The Nanny era la serie con el personaje más entrañable y colorido jamás visto en la televisión desde los sweaters de Bill Cosby, y que lanzó a Fran Fine (Fran Drescher) a la fama a través de su particular estilo de vestir. Su estilo era sin duda extravagante pero realmente único, Fran se encargó de hacer saber a las mujeres que podían mezclar diferentes estampados sin perder el estilo; usó telas estrafalarias, texturas inimaginables y todo lo hacía lucir muy bien, es por eso que La Nana Fine es un ícono de la moda de los 90.

La estrella de los 90 Todd Oldham encarnó al pariente diseñador de la excéntrica mujer de Brooklyn que se convirtió en niñera de una adinerada familia, donde al final se quedaba con el padre soltero después de varias aventuras. Pero quizás su abuela Yetta y su mamá Sylvia, que compartían el mismo gusto por los brillos y la exuberancia, se robaban también las miradas, y las ovaciones, y el éxito no se hizo esperar a nivel mundial.

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Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.

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