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CANCÚN, Quintana Roo, 7 de septiembre de 2021.- Esta madrugada de tanto llover se desbordó el Río Tula, en Hidalgo.
Casas, comercios, hospitales se inundaron. Por redes sociales se informa que en algunas zonas llegó hasta dos metros y sigue subiendo.
Hay gente incomunicada y se reportan personas y animales que se llevó la corriente del río, que está madrugada es más fuerte y que se conoce también como el Río de la Venganza.
Las aguas residuales que se generan en Ciudad de México lo han contaminando y sigue su cauce alimentándose de todas las descargas diarias que genera CDMX y la zona metropolitana.
Al Río Tula se le conoce como El Río de la Venganza porque, como dice la gente de esa zona: “ustedes nos mandan su caca y nosotros les regresamos verduras”.
La doctora Cristina Siebe, experta en Geología, quien tiene más de 30 años estudiando el fenómeno, indica que el caso es sumamente complejo: el Río Tula es resultado de una serie de acciones y omisiones sucedidas no en años, en siglos, y ahora ha dañado a miles de familias con su inundación.
Como sabemos, la Ciudad de México y el área metropolitana consume una cantidad enorme de agua, la que se utiliza en los millones de hogares se ensucia y se va por sus coladeras y tazas de baño justamente al Río Tula.
El agua de lluvia que cae en las calles también aumenta el caudal.
Es el lugar a donde llegan casi todos los desechos de más de 22 millones todos los días.
La ciudad de Tula, con más de más de 103 mil habitantes, es atravesada por uno de los ríos más sucios del mundo.
Esta pequeña ciudad cuenta también con una alta concentración de refinerías y fábricas y por ello, en 2006, la ONU la declararó la ciudad más contaminada del mundo.
Los abuelos de la zona lamentan que su río en el que había flora y fauna pasó a ser un ente donde se alojan los desechos de los habitantes de Ciudad de México.
Después de ahí está la Presa Endhó, llamada la fosa séptica a cielo abierto más grande del mundo. A esta presa llegan todas las aguas negras de CDMX, es un inmenso tanque de sedimentación de agua saturada de residuos orgánicos, residuos químicos, metales pesados y un sin fin de elementos y compuestos que han llevado a las autoridades a declarar la presa en estado de emergencia de salud, por parte de la Cofepris desde 2016, y emergencia medioambiental, por parte de Semarnat desde 2019.
De ahí, el agua se va al Valle del Mezquital, donde concluye el recorrido de las aguas residuales de la CDMX y sus alrededores, ahí está toda la materia orgánica vertida en el agua, ahí se riegan los inmensos campos donde se siembran miles de toneladas de alimento que después llegará a la Central de Abasto, principal punto de distribución para todo el país.
(Con información de Chilango.com, Isla Urbana y de Oxfam México).
Llega el apoyo
El Ejército aplica ya el plan DN3 en Tula, ante el desastre que ha provocado el desbordamiento.
Sin embargo, ante la magnitud de la tragedia no se dan abasto.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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