Invitan a infantes a crear arte efímero en Playa del Carmen
FELIPE CARILLO PUERTO, QRoo, 24 de octubre de 2021.- Los años vividos no transcurren así no más, luego de un alegre recorrido por la zona arqueológica de Muyil, decidí sentarme a descansar, apoyando mi espalda en un árbol frente a un adoratorio.
Disfrutaba la sombra con los ojos cerrados y sonriente de placer cuando escuché su voz, no supe de cuál rumbo vino: era ella, doña María Uicab, la santa patrona y reina de los mayas cruzo’ob, cruces.
Saliendo de mi asombro quise incorporarme, pero pidió que no lo hiciera, asentando su diestra suavemente en mi hombro, solo alcancé a decirle:
–Ma’alob chinil kíin jefa (buenas tardes jefa).
–Bey xan teech (para ti también), ya han pasado once meses desde la última vez que platicamos, me dijo.
Estaba tranquilo, pero impactado:
–Sí doña María, y en todo este tiempo se ha hablado mucho de Usted en presentaciones de libros, conversatorios y charlas realizadas en universidades, centros de investigación y colectivos ¿lo sabía?, me atreví a contestarle.
–Beyo’, beyo’ (Sí, sí), pero antes, mi querido cronista Carlos Chablé, quiero felicitarte por tus 15 años de estar rescatando nuestra historia, fortaleciendo nuestra dignidad, haciendo que se sepa por más personas de la lucha que hemos dado durante siglos por nuestro territorio. Nib óolal Kalín (gracias Carlos) por venirme a visitar aquí, donde pasé los mejores años de mi vida.
Cada año vengo por estas fechas, me gusta recordar, escuchar los sonidos y disfrutar los aromas de nuestra montaña.
Sí, sé que se ha estado hablando mucho de la historia maya y de mí. Me alegra mucho porque es importante que mi pueblo no pierda la memoria.
–A pesar de que Georgina Rosado y Carlos Chablé destacan en su libro En busca de María Uicab la participación tan importante que tuvo Usted en la llamada guerra de castas, pese a que ayudan a hacer visibles a otras mujeres mayas que participaron en esa conflagración peninsular, todavía hay personas que ponen en duda la existencia y trayectoria histórica de María Uicab. Jefa: ¿Qué piensas de esto?
–¡Son unos necios! cómo se atreven, aquí los espero en el Xibalbá para que rindan cuentas. Petulantes, pretenden ignorar el papel que tuvimos las mujeres. Imagínate qué gran ofensa. Escuché decir a uno de esos varones que lo único que hacíamos las Santas Patronas era limpiar las iglesias mayas y prender velas, función que hay que hacer todos los días, pero nosotras las Santas Patronas, éramos las interlocutoras de la Santísima Cruz, esa era nuestra función mucho más importante. Y peor aún, cronista, he sabido que alguien escribió que las mujeres mayas teníamos prohibido entrar a los espacios sagrados y que yo fui la única que pudo hacerlo ¡qué gran mentira la de estas personas que nos desprecian aún, como los invasores españoles hace 500 años!
Recuérdales Kalín que desde tiempos antiguos las sacerdotisas y luego las Santas Patronas, hemos sido también intérpretes y transmisoras de la voluntad de nuestras deidades y de la Santísima Cruz.
Así que a esos que mienten, a esos ts’ulo’ob (extranjeros), aquí los esperaremos.
–La vez pasada platicamos sobre la situación de las mujeres, de la violencia que padecen y actualmente hay cosas terribles, como los feminicidios que siguen ocurriendo ¿Qué opina Usted de eso?, cuestioné a María Uicab.
-Mira Cronista, Es importante que todas las mujeres recuerden que son parte de la divinidad. Que somos hijas de Ixi’im, el Santo Maíz, padre y madre nuestros.
Deben organizarse y luchar, sí, que luchen, no olviden que las mujeres también empuñamos las armas. No es cosa de mujer solo sufrir dolores y humillaciones. Es cosa de mujeres ejercer el poder como lo hice yo, eso que dices se tiene que acabar. Son ellas las que tienen que terminar tanto dolor. Este comenzó desde el momento que nos negaron, y lo permitimos, ser interlocutoras en los santuarios, así abrimos el camino al machismo.
Hay que parar el dolor y la humillación, yo digo ¡basta! que el fuego purificador caiga sobre quienes ofendan y lastimen a las mujeres.
–¿Sabe que en Felipe Carrillo Puerto se han hecho ceremonias y ofrendas dedicadas a Usted?, ¿que en Tulum se habla también de construir un monumento en su honor en la avenida principal? Se habla de poner en letras doradas el nombre de María Uicab en el Congreso de Quintana Roo y de crear una medalla con su nombre, para otorgarla como reconocimiento a las mujeres mayas que destacan por acciones en favor de su pueblo.
–Beyó, beyo’, claro, cómo no saberlo si hasta disfruté del rico aroma de las flores. También sé de las intenciones en Tulum. Me han llegado hasta aquí informes de lo que se pretende hacer en el Congreso ¡Viva por eso! pero mira, yo sé que mi nombre debe estar acompañado de los de muchas mujeres más que dieron su vida en la lucha de resistencia, Tú sabes que fuimos muchas. Así que es bueno recordar lo que represento para mi pueblo y que aquel sea el camino para iniciar el reconocimiento a las mujeres que trabajan y se esfuerzan para impedir que se nos siga discriminando, para que se nos respete y se reconozca a quienes hacen fuerte la memoria y la identidad que nos heredaron nuestros ancestros, para reconocer a las que protegen nuestra montaña, nuestras aguas, nuestro maíz, flores y animales, nuestro territorio.
Estoy enterada y recomiendo que no sirva para satisfacer vanidades y sí para reconocernos como lo que somos: mujeres mayas en resistencia y ejercicio del poder. Weyanone’, aquí estamos deseando que nuestras vidas, la mía, la de Hilaria Nahuat y Agapita Contreras, alienten y fortalezcan las batallas que haya que dar, para que no sean solo palabras, flores, letras doradas y medallas.
Estaré, como ellas, muy pendientes de lo que vaya a ocurrir…
Juan Cen, uno de los custodios de Muyil, me despertó sacudiéndome el hombro:
–¡Oiga don!, ya debe retirarse vamos a cerrar, ¿no ve que está entrando la tarde y hasta se siente airecito frío?
Como pude me levanté, caminé adormilado todavía hasta la carretera para esperar el transporte que me regresaría a Felipe Carrillo Puerto.
Mi preocupación, por lo tarde que ya era, desapareció cuando sentí un aroma a incienso proveniente de la selva, al escuchar de nuevo la lejana voz de nuestra jefa María Uicab que decía:
Tak tu jel k’íin Kalin, kanatabaj (hasta otro día Carlos, cuídate).
Primera entrevista a la reina y sacerdotisa maya de Tulum, María Uicab, en el Xibalbá: https://quintanaroo.quadratin.com.mx/entrevista-a-la-reina-y-sacerdotisa-maya-de-tulum-maria-uicab-en-el-xibalba/
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
Síguenos en Facebook, Twitter, Threads, WhatsApp, Telegram, TikTok, Instagram, YouTube