
Las remesas de mexicanos en Estados Unidos
Números con trampa
La ventaja de las estadísticas y de los números en economía es que se pueden ver desde distintos ángulos.
Para quien quiera dormir tranquilo y para quienes quieran irse a la cama mortificados.
Para quien quiere irse a dormir con ilusiones desmedidas y una gran sonrisa en la boca, puede decir que la economía de México está atravesando por mejores momentos que los que vive Estados Unidos.
Pudiera presumir alguien (yo conozco a un personaje al que se le da manejar datos amañados) que la inflación en México está por debajo de la inflación en la Unión Americana y que mientras que ellos, los vecinos del norte tienen un primer trimestre con un PIB negativo, México tiene uno de signo positivo en el mismo periodo.
Vamos, mejor que ellos, pudiera decirse.
Los números se pueden prestar para afirmar lo anterior, aunque la realidad sea diferente si se explican los números desde otro punto de vista… el correcto.
Tendríamos que decir, por ejemplo, que la metodología para calcular el PIB en Estados Unidos es diferente a cómo se estima y presenta como resultado último del indicador (PIB) en México.
En la Unión América, el resultado se multiplica por cuatro para presentarlo “anualizado” de tal manera que su -1.4% del primer trimestre del año no puede compararse con el +0.9% del 1T22 (con respecto al último trimestre del año pasado) mexicano.
Si quisiéramos comparar manzanas con manzanas tendríamos que afirmar que el resultado del PIB en E.U. sería, siguiendo los parámetros de cálculo que utiliza el INEGI, de -0.4%. De todas formas sería negativo pero no en los terrenos del -1.4% originales.
Y sí, la inflación en Estados Unidos es ligeramente mayor en el territorio de nuestros vecinos del norte comparada con la que enfrentan los consumidores mexicanos.
Mientras allá lidian con una carestía anual de 8.5% acá lo hacemos con una de 7.7%, pero el problema sigue siendo el mismo: energía y alimentos van a la alza.
Allá el Gobierno no subsidia el consumo de gasolinas pero acá si lo hace la administración federal.
De hecho la carestía es un problema mundial y depende de varios factores.
Uno de ellos tiene qué ver con la pandemia o endemia que no termina de dar ejemplos en China. Ahora, en Shangai se enfrenta un confinamiento muy severo que pudiera derivar en suspensiones mayúsculas en un puerto del que salen mercancías a todo el mundo y ello recuerda la suspensiones en las cadenas de suministro que son en parte responsables de la presión inflacionaria global.
Pero el asunto no solo deriva de la endemia. También interviene el ataque de Rusia a Ucrania. Ello ha contraído la oferta de varios ramos alimenticios y ha encarecido fertilizantes y energéticos.
El caso es que Estados Unidos enfrenta ya un problema económico que algunos técnicos definen como estanflación, un estancamiento económico con presiones inflacionarias.
También México está cerca de ello, aunque los datos del comportamiento del PIB al primer trimestre del presente año ofrecen para el caso de nuestra nación datos positivos.
El dato del INEGI preliminar del PIB al primer trimestre del año arroja un crecimiento de 0.9% con respecto al último trimestre del año pasado y de 1-6% positivo con respecto al mismo trimestre del año anterior.
Para quien insistiera en afirmar que vamos mejor que la Unión Americana, tendríamos que decir que allá, los vecinos en 2021 ya recuperaron lo que la economía de esa nación perdió en 2020.
Datos del FMI señalan que la economía de E.U. perdió en 2020 el 3.41%, pero recuperó en 2021 con un comportamiento de +5.97%, misma fuente.
México pierde en 2020 un 8.5% y recupera de ellos 5% en 2021.
Si tomamos en cuenta que en el 2019 la economía del país arrojó una contracción de -0.2% el pendiente por compensar es de 3.7 aproximadamente.
No estamos mejor que Estados Unidos por mucho, aunque los datos pudieran alinearse de tal forma que alguien llegara a argumentarlo así.
Si queremos pensar positivamente, pues que nos baste con saber que la economía crece.
El crecimiento no debe ser motivo de fiesta, pero ojalá se le pueda imprimir energía al proceso de recuperación para que ya en 2023 podamos presumir que estamos en el mismo lugar en donde estábamos a finales de 2018, cinco años después.
Carajo… como pasa rápido el tiempo.
Síguenos: Facebook, Twitter, WhatsApp, Instagram, Telegram, Youtube, TikTok.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
Síguenos en Facebook, Twitter, Threads, WhatsApp, Telegram, TikTok, Instagram, YouTube