El mural del Dios Descendente: un viaje simbólico en el tiempo en Tulum
CANCUN, QRoo, a 17 de febrero de 2019.- En un mundo subterráneo de Tulum, oscuro y húmedo, donde el agua es cristalina, fría y sagrada, la mitología maya tiene su portal al inframundo.
Ahí, donde se hayan las cavernas, emerge el Xibalbá, donde vivían los Ajawab, sus deidades, encabezadas por Hun-Camé y Vucub-Camé, señores de la enfermedad y la muerte, que rendían honor a Yum Kimil, el Dios de la Muerte de la Cultura Maya, a quien desde hace unos 300 años antes de Cristo, se le hacían sacrificios humanos.
Ahí, al Xibalbá o inframundo, científicos ingresaron el 10 de enero de 2018 y descubrieron, maravillados, lo inimaginable.
En ese mundo subterráneo, de cavernas y cenotes, investigadores confirmaron la conectividad de los ríos, pero también encontraron joyas, vasijas, edificaciones, restos humanos y de animales extintos, entre muchos otros descubrimientos.
Entre estalactitas, estalagmitas y agua inmaculada de tono azul turquesa han sido muchos los que fascinados por su belleza y por sus misterios se han convertido en ofrenda a Yum Kimil.
En esa agua sagrada de sacrificios mayas, a la que consideraban el contacto directo con sus dioses, la leyenda del inframundo se ha hecho realidad con el descubrimiento de Sac Actún.
La cueva blanca, en lengua maya, fue descubierta luego de que un equipo de exploración subacuática se internó en el hasta entonces conocido como el Gran Acuífero Maya.
Los especialistas buzos entraron y encontraron un pasadizo submarino, hasta ese día secreto, que une a la cueva inundada más grande del planeta, con Dos Ojos, que ese día dejó de ser considerada la más grande del orbe.
En ese laberinto misterioso, que pareciera insondable, descubrieron el río subterráneo más grande del mundo, que espera ser abierto al público para mostrar los vestigios, sus especies vivas y muertas, en un laberinto que hasta ahora mide 347 kilómetros, distancia equivalente de Tulum a Uxmal, Yucatán.
Sac Actún, la cueva blanca, es catalogada como la zona arqueológica subacuática más impresionante del mundo:
“Lo que hemos encontrado va más allá de la imaginación. Bajo el agua fría, viva y cristalina, con muy poca corriente, hay lugares arqueológicos que datan de 12 mil años atrás, esqueletos de animales extintos, como el perezoso gigante, multitudes de cerámicas, vasijas con colores intactos y también objetos coloniales”, narra uno de los investigadores responsables del descubrimiento, Guillermo de Anda, arqueólogo subacuático y director del proyecto El Gran Acuífero Maya. Orgullosamente ubicada en Quintana Roo, no fue fácil llegar a la Ciudad Sagrada de Sac Actún.
La expedición duró más de 10 meses y fue necesario, primero, encontrar la conexión entre los dos sistemas de cenotes.
Buzos experimentados como el alemán Robert Schmittner, con 20 años de especialización y 14 años de trabajo en cuevas subterráneas, se internaron por las frías aguas en la misión Tulum, con el riesgo de perder su vida, como tantos otros, en ese intento.
Sac Actún representaba un gran reto, comentó Robert Schmittner, quien ha vivido y trabajado desde hace más de 15 años en Tulum y es el jefe de la expedición subacuática:
“Mi misión era encontrar la conectividad de ambas cuevas y hallamos un laberinto y el sistema de ríos subterráneos más grande a nivel mundial: el hallazgo no deja de asombrarnos”, destacó.
Las labores de investigación continuarán por algunos años, ya que buscan confirmar la teoría de que en los ríos subterráneos de la Península de Yucatán existen más de mil 400 kilómetros de agua dulce, pero Sac Actún es, hoy por hoy, uno de los descubrimientos más importantes del Siglo XXI, que muestra el conocimiento y desarrollo de la gran Cultura Maya, que ha superado, sin duda, a la mitología.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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