Destaca Mara brillo de Quintana Roo en Madrid
TULUM, QRoo, 6 de mayo de 2019.- La más importante Reserva de la Biósfera en Quintana Roo, con más de medio millón de hectáreas presuntamente bajo el amparo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), considerada un paraíso donde conviven nueve tipos distintos de vegetación, cuatro tipos de manglar, el felino más grande de América: el jaguar, pero también la pantera y el ocelote, así como 320 especies de aves, está tristemente abandonado.
Entre toda la vida de la naturaleza desbordada, también, desgraciadamente, abundan por todos lados, esparcidas, cientos de toneladas de basura plástica llegada desde los más distintos rincones del mundo, a través de las corrientes marinas o por los cientos y a veces miles de visitantes que visitan diariamente la reserva, algunos de los cuales infringen la normativa grafiteada de la zona.
El tema de la basura en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an ha sido abundantemente tratado, lo mismo por investigadores que por artistas, por organizaciones de la sociedad civil que por fundaciones internacionales y locales y sigue aumentando.
La situación es alarmante, el basurero se ha hecho en décadas y décadas ante el olvido de las autoridades y la poca conciencia de la gente que deja su basura en este paraíso.
El tema de la basura plástica en una reserva natural que fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, en 1987, pese a tantas denuncias, exposiciones artísticas, campañas de concientización y de limpieza de playas crece a cada paso, hasta donde se pierde la vista.
Ni la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, ni la Federación, ni el Gobierno del Estado ni mucho menos el alcalde de Tulum, Víctor Mas han mostrado acciones contundentes que en un mediano plazo pudieran mitigar este problema.
Suele decirse que gran parte de la basura llega a través de los turistas y visitantes a la reserva natural y aunque buena parte de ella -sobre todo en la zona del Puente de Boca Paila- tiene ese origen, la realidad es que gran parte de los desechos que se observa a lo largo de los 120 kilómetros de litorales con con los que cuenta la reserva proceden sobre todo de altamar, a través de las corrientes marinas que trágicamente desembocan precisamente en esta región.
Sobradamente documentada está la irresponsabilidad de empresas navieras cruceristas y transportistas marítimos que para evadir costos adicionales en el tratamiento de sus residuos, en lugar de depositarlos en zonas definidas, optan por el vertido directo en altamar, y parte de esos desechos recalan en las costas.
En la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an investigadores han encontrado basura de más de 45 países y han expuesto la manera en que afecta al ecosistema y a las especies marinas o terrestres.
Con esa basura, algunos artistas en el pasado han llevado a cabo exposiciones incluso en galerías de Nueva York.
Ni los estudios de las afectaciones, ni la basura vuelta arte conceptual para la reflexión, han servido de gran cosa: el plástico sigue depositándose todos los días en la alguna vez prístina reserva natural más importante de Quintana Roo y ahora se acumulan conjuntamente con el sargazo en Sian Ka’an, ahí, dónde solía comenzar el cielo.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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