Visión financiera/Georgina Howard
Tiro por la culata: ni Congreso ni gubernatura
Este día Tulum debería estar de plácemes… Pero la violencia desatada durante los últimos cuatro días, que ha hecho presa a los ciudadanos, debido a la confrontación de dos grupos que se disputan y seguirán disputándose el negocio del transporte público, cobijados por el gobierno estatal y el alcalde Víctor Mas Tah, tienen al municipio en el ojo del huracán.
El alcalde actual, en los pocos meses que lleva en su mandato ha mostrado ser pernicioso para Tulum y para las aspiraciones del Gobierno del Estado que está al borde de ver cómo sus partidos pierden las elecciones.
Más que un secreto a voces, se sabe que el Gobierno del Estado y el de Tulum han erosionado sus relaciones y hasta enfrentamientos se han dado en las altas esferas.
La reciente gresca entre mototaxistas y taxis solo muestra el distanciamiento entre el primer edil Víctor Mas y su director de Planeación, Jorge Portilla, quien como ex secretario de gabinete estatal goza de la protección del mando más alto en Chetumal.
Dicen que el negocio del transporte público en Tulum es actualmente el motivo de la discordia, pero esto va más allá:
Jorge Portilla ha ofrecido su influencia, que aún mantiene en la Secretaría de Infraestructura y Transporte del Gobierno del Estado, para patrocinar e introducir flotillas de mototaxis a través de su operador y líder de la CROM en Tulum, que al mismo tiempo mantiene una estrecha cercanía con Víctor Mas.
El líder local de la Confederación Regional Obrera Mexicana, Raúl Morris, introdujo este fin de semana una flotilla de una treintena de mototaxis, de 100 que se tienen contemplados, que ya da servicio en Tulum, aprovechado la posibilidad de ser al mismo tiempo protegido de Víctor Mas, cobrando su apoyo de campaña.
Pero, la reacción violenta de los ruleteros dio al traste con los objetivos oficiales a muy corto y mediano plazos.
Vea Usted, amable lector, los políticos estaban confiados que los taxistas serían controlados por su líder Irán Zapata, o que se pudiera culpar a los opositores de éste, pero su operación resultó fallida y se vislumbra que no sólo perderán las elecciones al Congreso sino también las que vienen para la gubernatura.
Se dan de topes al haber tomado la determinación de iniciar la operación de mototaxis en afán populoso, unos días antes de la elección que ha de renovar la Cámara de Diputados de Quintana Roo: terrible error.
A Irán Zapata, a quien se le pidió tranquilizar a sus huestes y azuzar a la fracción contraria dentro del sindicato, no le quedó de otra que arengar a la defensa de sus intereses, su sindicato, en el que la mayoría lo abomina.
La violencia taxista de este lunes, que destruyó al menos tres motonetas habilitadas para transporte público y de este martes con un clima de tensión que escaló a la sangre y al fuego y que dejó al borde de la muerte a dos operadores del sindicato taxista, se les salió de control.
Se usaron además, mediante cadenas de WhatsApp voces amenazantes que dicen respaldar los intereses mototaxistas y que se identifican como un grupo criminal al que vinculan en Tulum con el mismo alcalde.
Es lamentable la ingobernabilidad y, ojo, hay voces que dicen, se hará más cruda este domingo, en la jornada electoral.
Já, lo que algunos pensaron podría alentar al voto para los partidos políticos oficialistas, y para sus satélites, con la introducción de mototaxis, “modo de autoempleo para cientos de familias”, resultó en realidad un craso error qué podría costarles al Gobierno del Estado y al Gobierno de Tulum, perder las elecciones, ya que su estrategia se abrió al avance de las fuerzas opositoras, léase Morena y PRI.
¿O Usted qué opina, amable Lector?,¿Votaría por los partidos oficialistas?
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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