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FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 9 de junio de 2019.- En la llamada Ruta de las Iglesias de la zona maya, se encuentra el templo del Niño Dios de Tihosuco.
Es una enorme construcción colonial que se localiza a unos 80 kilómetros de Felipe Carrillo Puerto rumbo a Valladolid, Yucatán.
Esta localidad es alcaldía del municipio de Felipe Carrillo Puerto. Antes de la llegada de los españoles era parte de la provincia maya de Cochuah. Aquí la resistencia de los mayas a la conquista fue heroica, pese a ello se impuso la encomienda y fue habitada por familias españolas y criollas, además de mayas.
Tihosuco, debido a la gran presencia indígena fue reconocido como una de las Repúblicas Indias de la Península, Francisco Xool fue su batab (jefe local) en 1565.
Según apuntes del encomendero Antonio Méndez “la iglesia estaba labrada en cal y canto, con retablos al óleo, sacristía, campana, ornamentos de cáliz y patena de plata, una cruz dorada con mangas de terciopelo bordadas en oro y seda, y frontales de Damasco de Castilla, entre otros”.
Tenía una escuela donde los niños aprendían a leer y a escribir, además de la doctrina católica.
La iglesia dependía del convento de Calotmul, Yucatán, de ahí las construcciones de moradas para los frailes franciscanos que venían desde ese lugar.
Considerado un pueblo rico y pese a estar ubicado lejos de la costa, a fines del siglo XVII y parte del XVIII, Tihosuco sufrió ataques de piratas, en 1686 Lorencillo saqueó y destruyó el poblado.
A fines del siglo XVIII pertenecía al partido de los Beneficios Altos, era un pueblo próspero por su agricultura sostenida por manos mayas y al activo comercio de contrabando que se ejercía a través de Bacalar.
Así se construyeron hermosas casas de estilo europeo y elementos moriscos. Algunas contaron con amplios espacios para carruajes, altares y nichos familiares, así como bodegas ocultas, donde se guardaban las mercancías, producto del contrabando y provenientes de Europa y lugares como Jamaica, Kingston, así como Boston y Nueva Orleans, Estados Unidos.
A inicios del siglo XIX, Tihosuco era próspero y esto se reflejó en el aumento de su población, en 1821 vivían ahí cinco mil 595 personas.
Se establecieron haciendas en los alrededores, principalmente azucareras, pero la ampliación de las zonas de cultivo se hizo despojando a los mayas de sus tierras que obligados a vender su fuerza de trabajo sumado a la imposición de contribuciones civiles y religiosas,fueron causas principales de la Guerra de Castas. Jacinto Pat, jefe maya de Tihosuco, fue uno de los líderes del levantamiento que inició en 1847.
Con la guerra, las haciendas y sus cañaverales que lo rodeaban fueron incendiados, sus grandes casonas saqueadas y destruidas.
Los mayas crusoob/cruces liderados por Crescencio Poot y Bernardino Cen sitiaron Tihosuco el 3 de agosto de 1866 y comenzó el éxodo de las familias sobrevivientes hacia poblaciones más seguras.
Así el poblado quedó abandonado durante varias décadas y cubierto por la selva.
En 1932 un grupo de mayas, provenientes de Dzinup, Chichimilá, Ebtun, Tekon y Tixcacalcupul, Yucatán, lo encontraron al andar en busca de tierras para la siembra.
Lo limpiaron y comenzaron su repoblamiento construyendo casas a la usanza tradicional maya dentro de los destechados edificios coloniales.
Tihosuco y su iglesia son tesoros culturales y arquitectónicos coloniales que valen la pena conocer.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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