
Visión financiera
¿Crédito o suicidio?
En la 88 Convención Bancaria el Gobierno Federal pidió a la Banca en México que aporte mayor crédito a las Pymes mexicanas a mejores tasas bajas.
El reclamo, debo decir, es justo. Si se habla de la enorme fortaleza de la banca en México es precisamente porque desde el cómodo balcón desde donde viven los acontecimientos en México, poco arriesga el sistema bancario nacional. No hay crédito al campo porque no es el terreno natural de la banca ni sencillo trabajarlo. No hay crédito a Pymes y el existente resulta muy oneroso para las pequeñas empresas y no decir para las micro.
Siempre ha sido así. La Banca privada ha hecho poco en estos terrenos, pero la Banca de Desarrollo menos. La Banca de Desarrollo es precisamente el sector bancario encargado de atender áreas estratégicas de la economía a las que hay que apuntalar para que sean capaces de desempeñar una mayor actividad productiva y por ende los resultados del crecimiento nacional y la generación de riqueza y empleo avancen en México.
Es una verdadera lástima la forma en que esta Banca de Desarrollo ha jugado en la economía desde el sexenio de Felipe Calderón. Ha sido reducida a expresiones mínimas sobre todo desde el sexenio que encabezó el Sr. López Obrador. Inconcebible resulta que un gobierno que acepta se le etiquete como de “izquierda” no haya apoyado sus estrategias económicas en la Banca de Desarrollo…
La Banca privada no tiene vocación y sí poco interés de entrarle al crédito a Pymes porque es un sector muy desprovisto del rigor administrativo que demanda el banco para extenderle un crédito. Son muchas y están muy mal organizadas en su interior. No tienen rigor ni orden.
En el país existen un total aproximado de 5 millones 541 mil empresas formales de las cuales 5 millones 400 mil son microempresas, “negocios” que tienen hasta 10 trabajadores. Un número muy menor son empresas grandes con más de 250 trabajadores. Eso no es malo. Eso es lo que es y que se repite en prácticamente todas las naciones en el mundo.
Regreso al asunto del crédito a MiPymes. De darse el crédito será un suicidio si el asunto queda solo en el otorgamiento de financiamiento.
Si quieren tener el resultado que buscan es absolutamente necesario que haya una serie de acciones de políticas públicas que justifiquen el que determinados sectores de empresas mipymes puedan ser sujetas de financiamiento garantizando además que una serie de servicios básicos opere en favor de las empresas beneficiadas con financiamiento.
Dinero solo no sirve. El solo efectivo es una pistola cargada en manos de una persona que no sabe operarla pero que está muerta de curiosidad por saber cómo se acciona. Muchas, muchísimas empresas han muerto porque tuvieron la distinción de recibir un crédito.
Si no se sabe para qué y cómo; si no se tiene asesoramiento en todo el camino del crédito y capacitación, ese ejercicio de financiamiento va a ser un doloroso fracaso para el otorgante del crédito y también para el beneficiario del recurso y de los trabajadores en esa micro y pequeña empresa.
No creo que la petición efectuada prospere porque la Banca no está dispuesta a quemar posibles ganancias por complacer al Gobierno y en ese sentido mucho mejor no concederlo a la opción de cumplir con la petición para incrementar la mortandad de las Micro y Pequeñas empresas beneficiarias y reducir las utilidades de la banca que desde 2019 y hasta el 2024. Solo como dato al margen le informo que entre 2019 y 2024, según datos de la CNBV la Banca en México alcanzó ingresos como utilidades de un billón 246 mil 438 mdp.
¿Cree usted que van a renunciar a romper ese récord?
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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