Visión financiera/Georgina Howard
A estas alturas, en el segundo año de gobierno, ya tienen que responder por sus errores y corregir.
Hasta ahora sólo les interesa la propaganda. En las mañaneras, en las detenciones selectivas (Rosario Robles presa sin juicio de por medio) o con la ponchadura de una llanta… rodeado de camionetas blindadas detrás de cámaras. Todo es propaganda.
Ya es tiempo de ponerse serios y entrar a los temas de gobierno, porque los resultados son peor que malos. En empleo y sus consecuencias, particularmente.
El anterior gobierno, fifí, frívolo y conservador, entregó el país la noche del 30 de noviembre de 2018 con 20 millones 457 mil trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social.
López Obrador, progresista, primero los pobres, comprometido con el pueblo, cerró el 31 de diciembre de 2019 con 20 millones 421 mil asegurados en el IMSS.
En trece meses de gobierno, el presidente AMLO no creó un solo empleo adicional a como recibió el país de manos de Peña Nieto. Ninguno.
Al contrario, ahora hay 36 mil empleos formales menos que cuando se terció la banda tricolor al pecho.
Es decir, en trece meses de gobierno de López Obrador no se creó un solo empleo adicional, pero sí se destruyeron 36 mil de los que habían, de acuerdo con los registros del Seguro Social.
Cada año un millón 400 mil mexicanos cumplen la edad laboral y se encuentran con que ahora, por la responsabilidad de un mal gobierno que tiene estancada la economía, no hay empleos.
¿A qué se van a dedicar? Son muchos, un millón 400 mil al año que quisieran tener un trabajo no lo encuentran ni lo tendrán.
Unos contarán con el ingreso que les da el gobierno de Morena, y otros irán a buscar algún dinero engrosando las filas de la delincuencia.
¿Esa es la economía moral que presumen?
La mejor política de seguridad es el empleo, y se acabó en 13 meses.
Y todavía algunos no se explican por qué crece la delincuencia y crecerá más.
El empleo que genera pensiones, Infonavit, seguridad social, impuestos para el fisco, autoestima para quien lo ejerce y obtiene una remuneración formal, se frenó desde que López Obrador asumió la Presidencia.
Medido del 31 diciembre al 31de diciembre (contra sus propias cifras, mes por mes), el IMSS informó el domingo que el año pasado sólo se crearon 342 mil 077 empleos formales, frete a 660 mil 910 en 2018, y 801 mil 831 en 2017.
Sí, sin crisis externa, el país tuvo el peor año en creación de empleos en diez años.
¿Por qué? No se lo preguntan. Lo responden con evasivas y desde luego no corrigen.
El IMSS dio a conocer este domingo que en un año de la 4T se crearon la mitad de los empleos que en 2018.
¿Qué les pasó? Los “insensibles neoliberales” que gobernaron el país hasta noviembre de 2018 crearon empleos y los que dijeron “primero los pobres” los destruyeron.
Pero el dato duro, que muestra lo había y lo que hay, es cuántos trabajadores afiliados tenía el IMSS al 30 de noviembre de 2018 cuando Peña dejó la Presidencia a AMLO, y cuántos hay al 31de diciembre de 2019.
Repito, noviembre de 2018: 20 millones 457 mil empleados. Diciembre de 2019, 20 millones 421 mil.
Lo anterior, con un millón 400 mil jóvenes en busca de trabajo, y no hay.
Ahí está su “economía moral”.
Para la caída del empleo no tienen justificación, porque es producto de la falta de crecimiento de la economía, de la que también son responsables los actuales gobernantes.
Diciembre fue terrible en materia laboral. En ese mes se perdieron 382 mil plazas formales.
Son personas que se fueron a la calle, y su futuro y el de sus hijos estará en manos de los apoyos que reciban del gobierno de Morena, o de la búsqueda de ingresos por vías ilegales.
¿Cómo hicieron para que en diciembre 382 mil 210 personas se quedaran sin trabajo?
Expliquen, por favor.
No es aceptable, como único argumento, señalar los “factores estacionales” que, en efecto, siempre se dan en diciembre.
Esta vez fue el diciembre con mayor pérdida de empleos de la historia.
Sí, desde que hay estadísticas (1997, siglo pasado), no se perdían tantos empleos en un diciembre. Ni en el año del “error”, ni en la crisis mundial de hace una década.
¿Cómo hacen para ser tan destructivos y no recapacitar?
Además, de los 382 mil empleados formales despedidos en diciembre, 249 mil 320 (65 por ciento) eran plazas permanentes y la minoría eran temporales. ¿Cuál “temporalidad”?
Han sido un fracaso en la generación de empleos y hay que decírselos fuerte para que recapaciten.
Se han dedicado a la propaganda, al control político y a la destrucción de lo que había. Ya es hora de que se pongan a gobernar.
En lugar de tomar las medidas correctivas, se justifican con argumentos infantiles: “vamos bien y de buenas”, “nos atacan los conservadores”, etcétera.
Para el gobierno, la caída en el empleo se equilibra con el aumento del poder adquisitivo del salario. Es una maroma que no se sostiene.
De enero a octubre el consumo privado creció el año pasado un paupérrimo uno por ciento.
Y de enero a octubre de 2018, cuando gobernaban los insensibles neoliberales, el consumo privado en México creció 2.5 por ciento.
¿Qué pasó con su aumento real del salario? El consumo privado se desplomó.
Curioso dato: cuando el salario alcanzaba para menos (2018), el consumo era más del doble que ahora (2019), cuando el ingreso alcanza para más.
Son pura propaganda.
No se crean empleos porque la economía no crece. Y no crece porque no hay inversión.
Ayer se dio a conocer el dato de la inversión fija (productiva) en octubre y cayó dramáticamente 8.7 por ciento.
¿Fue una excepción, un mal mes por circunstancias especiales?
Nada de eso. La inversión fija en el país lleva nueve meses seguidos en terreno negativo.
Así no hay crecimiento, ni empleos ni riqueza que distribuir.
Y tampoco habrá remedio mientras la economía la maneje el Presidente, Pemex esté en manos de un agrónomo cuate, y el nuevo sistema de salud lo conduzca un señor cuya experiencia consiste en haber administrado las zonas arqueológicas en Tabasco.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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