A sus 69 años, La Reforma supera a los supermercados de Cozumel

23 de abril de 2019

17:09

Leonora León/ Quadratín Quintana Roo

COZUMEL, QRoo, 23 abril de 2019.- La Reforma sigue vigente después de 69 años y ni las grandes tiendas de cadena han podido derrotarla.
Esta Reforma que se encuentra en el cerrito de la colonia Centro, ahí tal y como inició, sigue siendo atendido por sus propietarios que detrás de ese mostrador cumplieron el sábado 43 años de casados.
Don José del Carmen Noh, Don Carmelo, como cariñosamente lo conocen en la isla y doña Anita Cruz Cahuich, iniciaron con su tienda de abarrotes cuando la isla solo tenía unos dos mil 500 habitantes y la calle era un camino de piedra.
Cuando las fiestas en honor a San Pedro y San Pablo se celebraban a solo unos pasos de su tienda, cuando la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe iniciaba su construcción, La Reforma adquirió su prestigio que no ha perdido en 69 años.
Desde entonces, han permanecido ahí, detrás de un enorme mostrador de madera donde además de vender refrescos , y algunos artículos básicos, por las mañanas venden las ya famosas empanaditas de camote, los salbutitos, tamales, arroz con leche, flanes, gelatinas, y los ricos y muy buscados queques de coco, un pan redondo seco con un sabor único.
El tiene 91 años de edad, ella 77 años, y todas las mañanas reciben la visita de decenas de amigos, trabajadores de las tiendas de artesanías y comercios del centro de la ciudad que acuden a desayunar antes de ir al trabajo, pero también en su banca de concreto, que se ubica a un costado de la misma tienda, se pueden ver a cuatro o cinco amigos de generación de ellos que día tras día, año tras año, desde hace muchos acuden a un encuentro entre amigos.
Algunos le llaman a ese punto de reunión el cerrito, porque antes ese era el relieve de la zona, años después se convirtió en La Reforma, y hasta la fecha ninguna de las tiendas de cadena de la isla han podido superarlos ni bajarles clientela, ya que así sonrientes, amables y siempre atentos, despachan y platican con quien llega a su negocio, desde las 7 hasta las 19 horas y solo se toman un breve descanso para tomar sus alimentos y reanudar su labor, labor que realizan juntos desde hace 43 años, en la misma esquina, con el mismo cariño, pasión y entrega por su pequeña empresa, que pretenden heredar a su único hijo cuando ellos ya no estén físicamente en Cozumel.