CIUDAD DE MÉXICO, 1 de noviembre de 2019.- La Ofrenda Monumental Altar de Altares en el Zócalo de la Ciudad de México será exhibida del 1 al 10 de noviembre como una forma de honrar la diversidad de culto, misticismo e historia que envuelven a todo el país en la celebración de Día de Muertos.

El diseño de la ofrenda estuvo a cargo del artista Vladimir Maislin Topete, cuyo proyecto fue elegido a través de una consulta popular realizada en julio; tiene como elemento principal cuatro estructuras de 12 metros de altura, dirigidas hacia los cuatro puntos cardinales en representación de las regiones de México: la Huasteca (este), Michoacán (oeste), Sonora (norte) y Yucatán (sur).

El secretario de Cultura, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, explicó que los 32 estados del país se encuentran representados en los cuatro altares que la conforman, y en las sendas o tapetes que los anteceden, así como en las coronas de flores que se ubican en ocho arcos que junto con la estructura, recuerdan los nueve pisos del Mictlán.

A la Huasteca la representa un arco de Xantolo (celebración de muertos en la región), el cual simboliza el portal entre el mundo terrenal y el de la muerte; mientras que la tradición del pueblo de Cuanajo, Michoacán, se puede apreciar en una ofrenda con flores, frutas y maíz que los habitantes acostumbran colocar sobre unos caballitos de madera.

Los visitantes pueden conocer la tradición de Sonora a través de un tapanco yaqui, que asemeja el que utilizan los habitantes del norte para colocar agua, flores y alimentos en espera de la visita de los espíritus.

En tanto, mediante un altar tradicional del estado de Yucatán, se puede apreciar la celebración del Hanal Pixán o ‘comida de las ánimas’ en maya, en la que se coloca fruta de temporada, y se preparan platillos típicos como el mucbipollo, una especie de tamal que se cocina bajo tierra.

En la Ofrenda Monumental también se encuentra representados los cuatro mundos a donde se dirigen los muertos según la cosmovisión mexica: el Mictlán, lugar a donde van los caídos por muerte natural; el Tonatiuhichan, al que llegan aquellos que perecieron durante combate o sacrificios; el Tlalocan, recinto de Tláloc destinado a los ahogados, fallecidos por un rayo o por enfermedades en la piel, y el Chichihuacuauhco, reservado para las almas de los niños pequeños.

Las 32 coronas distribuidas a lo largo de ofrenda cuentan en su interior con fotografías que exponen la forma en la que se celebra el Día de Muertos en los diferentes estados de la República.

En el centro del altar se encuentra una especie de plaza pública con una instalación de luces que se elevan en memoria de los seres queridos.

Vladimir Maislin externó que Altar de Altares pretende ser un viaje ancestral por el país para mostrar la diversidad de las tradiciones en torno a esta fecha, para que las personas se lleven una experiencia emocionante al apreciar costumbres distintas y que ejemplifican la complejidad de la celebración de Día de Muertos en México.