Visión Financiera/Georgina Howard
Seis palabras para desatar la catástrofe: “Güey, vamos a grabar un video”. Lo siguiente es fácil de predecir. Las imágenes no serán seguramente las más adecuadas para los propios implicados. Alguno de ellos, ambientados por la fiesta, la noche o la bebida (quizá las tres juntas), lo compartirá en redes sociales sin pensarlo dos veces. Poco después, vendrá la parte difícil: pagar las consecuencias.
La historia puede ocurrir en cualquier ámbito. Detalles más, detalles menos, pero con matices sumamente similares, esta vez pasó en el futbol. El castigo para Alexis Vega y Uriel Antuna, jugadores de Chivas, no fue culpa de la prensa. Tampoco se trata de un tema prohibitivo: nadie habla de la “militarización” del deporte, ni nadie quiere monjes en short. Tienen derecho, como cualquiera, a divertirse. Sólo se trata de entender que para todo hay un lugar y un momento.
Para leer completo visita Jalisco Quadratín
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
Síguenos en Facebook, Twitter, Threads, WhatsApp, Telegram, TikTok, Instagram, YouTube