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COZUMEL, QRoo, 15 de agosto de 2025.- Entre la maleza de Cozumel, con la mirada apagada y el cuerpo debilitado, fue encontrada Bea, una perrita que parecía haber sido olvidada por el mundo. Sus costillas marcaban cada respiración y un diagnóstico de gusano del corazón reducía sus probabilidades de sobrevivir.
Juan Lira Reyes, director de la Sociedad Humanitaria de Cozumel, recuerda cómo llegó Bea en diciembre del año pasado: “Estaba muy desnutrida, con pocas esperanzas de vivir”, compartió. Fueron necesarios tres meses de tratamientos médicos, medicamentos y una dieta especial, junto con el apoyo de la comunidad mediante donativos, para que Bea comenzara a recuperar fuerza y peso, alcanzando hoy los 28 kilos.
La recuperación de Bea no solo es física. Cada movimiento, cada ladrido, cada mirada refleja su voluntad de vivir y el deseo de encontrar un hogar que la adopte y la cuide. Lira Reyes hace un llamado a la sociedad a ser dueños responsables, llevando regularmente a sus mascotas al veterinario y evitando abandonarlas.
Actualmente, Bea espera paciente, dispuesta a demostrar que la vida puede renacer incluso en las circunstancias más adversas, lista para entregarse a una familia que la ame y valore cada día de su segunda oportunidad.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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