Visión financiera/Georgina Howard
“Hola Sivan, aquí te escribo desde Nueva York. La gran historia no es la manifestación histórica que hubo aquí en Washington. La historia es lo que sucede este día, la mañana siguiente.
300 mil judíos regresan esta mañana de manera diferente a los campus universitarios, a las oficinas y a sus hogares.
“Quien estuvo ayer allí en Washington no regresa como el mismo judío que era antes de ir.
“Los niños de Washington quienes tuvieron un día libre en la escuela y llegaron de manera organizada en autobús, las personas mayores que llegaron desde Miami o Canadá en avión, o viajaron durante horas en coche, y, sobre todo, todos nuestros jóvenes que ahora volverán a las universidades para asistir a las terribles manifestaciones pro-Hamas, volverán ahora con la frente en alto, con fuerza y orgullo.
“Tantas veces quise gritar: “¡Buenos días América!”.
“Desafortunadamente, la terrible violencia de Hamás y la ola de antisemitismo aquí, inclusive en la academia, hicieron que la gente despertara por primera vez.
“¿Y por qué hablar de 300 mil? quiero hablar de uno que me hizo llorar: tengo un primo que no está en contacto con nosotros. Nunca ha estado en Israel, no está de acuerdo con que sus hijos vayan siquiera a un campamento de verano judío durante las vacaciones, no está relacionado con ninguna comunidad judía.
“Y de repente lo vi allí. Al principio pensé que era alguien que se parecía a él, pero no. Mi primo viajó 10 horas desde Boston para marchar por el pueblo de Israel, por primera vez en su vida.
“Algo grande murió en nosotros el 7/10, pero algo más grande cobró vida allí en Washington”.
Traducción: Daniela Lowinger
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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