Universo Pyme
Buzón Quintana Roo
¿Qué nos espera como ciudad después de la pandemia?, ¿seguiremos teniendo éxito?
Cancún vive uno de sus peores periodos de crisis desde que fue fundada; hasta antes de la cuarentena, vivíamos un crecimiento constante, que se reflejaba en ser una de las ciudades con mayor bonanza derivada del creciente flujo de turistas, ocupación hotelera e inversiones, además de estar entre las ciudades con menor tasa de desempleo anual, un boom inmobiliario con grandes proyectos de construcción y venta…
También padece las consecuencias negativas, naturales, de ese crecimiento; que se reflejan en problemas sociales, dependencia casi única del turismo, incesante flujo de migrantes, falta de cohesión social, mayor demanda de servicios e infraestructura urbana, necesidades de esparcimiento y la exigencia ciudadana de mayor seguridad, aunado a la demanda cotidiana del cuidado del entorno ecológico.
Entre su grandeza y sus desafíos, nuestra ciudad hoy se esfuerza por recuperarse, la parálisis afecto a la industria y sus secuelas aun nos siguen costando; sin embargo, Cancún sigue siendo motor del turismo nacional y destino internacional, atractivo para la gente que sigue llegando por un mejor horizonte; somos privilegiados, vivimos en un paraíso; una ciudad muy joven, que creció demasiado rápido y que se esfuerza por consolidarse; fundada por inmigrantes en su mayoría, concebida en un escritorio como destino turístico, planeada para incentivar la inversión, y ofrecer crecimiento.
Cuando escuchamos ciudad pensamos en aglomeraciones vecinales, tráfico, marañas de calles y atiborrados autobuses. Estas ejercen mayor atracción que nunca, no obstante, a menudo se les acusa de ser lugares poco ecológicos y saludables, caros y asolados por la delincuencia.
Las ciudades han sido motores de innovación desde los tiempos en que Platón y Sócrates discutían en los mercados atenienses. En las calles de Florencia surgió el Renacimiento y en las de Birmingham la Revolución Industrial. Más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades. En un planeta que dispone de enormes cantidades de espacio (toda la humanidad cabría en Texas) preferimos las ciudades.
En su interesante libro El triunfo de las ciudades, el economista de Harvard, Edward Glaeser, señala: el capital humano es premisa fundamental para el éxito de una ciudad. En su libro explica: las ciudades han sido centros de producción de conocimiento, de transmisión de saberes. Y aunque reconoce que los avances tecnológicos están marcando la pauta, las ideas estarán ahí siempre como factor diferencial, no sustituible, fuente última de creación de riqueza.
Históricamente las ciudades que han triunfado consiguieron entre otras características, un determinado grado de especialización, una amplia diversidad económica, identidad, instituciones educativas de calidad y la apertura al exterior, mismas que en mayor y menor medida adolecemos pero que son viables de alcanzar. Las ciudades evolucionan y marcan sus cambios, y si los que las habitamos no somos capaces de entender, las condenamos al fracaso.
Shlomo Angel en su libro Planeta de Ciudades señala que el principio para mantener la vitalidad de las ciudades pasa primero por la planeación de las autoridades y no de las fuerzas del mercado. Las ciudades necesitan de sociedades fuertes y cohesionadas, de administraciones públicas competitivas, creativas y responsables en su planeación y crecimiento futuro, cuidando la movilidad social eficiente y un sano equilibrio entre desarrollo y medio ambiente.
De ahí que los municipios deberían planear adquirir tierras, construir y mantener sistemas de vialidad y movilidad social, a la par que la iniciativa privada para completar proyectos a largo plazo; modernizar los servicios básicos como el agua, drenaje, manejo de la basura y el uso de energías alternativas, de manera que pueda planificarse bajo las proyecciones de densidad poblacional, para economizar servicios y reducir la polución.
Hago votos para que la reactivación económica y social sea un éxito, con las menores pérdidas humanas derivadas del COVID 19, que permita volver a posicionarnos en el mercado turístico mundial; las ideas y la experiencia obtenida serán la diferencia para reinventarnos, con acciones que generen prosperidad para la gente y la innovación de la ciudad. Las grandes ciudades fueron y siguen siendo los motores de la economía, de la industria y del desarrollo, Cancún no será la excepción.
En la forma en que lo hagamos estará la respuesta.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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