CANCÚN, QRoo, 6 de octubre de 2020.- La mayoría con pocos recursos y tarjetazo, por la pandemia del coronavirus, pero con esa cultura de la prevención y también algo de nervios por la llegada del huracán Delta, categoría 4, los cancunenses compran víveres y ya comienza a escasear el agua.

Las filas en los supermercados son interminables, hay incluso lugares en los que ya no hay pan, atún ni galletas ni tiendas de conveniencia.

En las tienditas de la esquina, algunos alcanzaron a comprar cerillos y veladoras, y algo de comer para poder solventar no el paso del huracán Delta, pero sí lo que viene después.


Muchos de ellos ya han vivido y los estragos de un huracán como Wilma, otros más ni siquiera saben lo que significa la peligrosidad de los vientos.

Cada quien a su modo y con sus recursos trata de que esta situación pase de la mejor forma.