TULUM, QRoo,  31 de marzo de 2019.- Muchos lo han olvidado y otros desconocen su existencia, pero en el kilómetro 8.5 de la carretera Tulum-Cobá se encuentra el antiguo basurero municipal, mal llamado así, porque en realidad fue un tiradero a cielo abierto, que durante las últimas dos décadas contribuyó a la contaminación del entorno y ha quedado como una bomba de tiempo para la ecología del municipio.
En alrededor de 10 hectáreas y durante al menos 15 años fueron depositadas un promedio de 120 toneladas diarias de basura, lo que significa la friolera de casi tres cuartos de millón de toneladas métricas que ahora constituyen cerros y cerros de desperdicio, que aunque dejaron de crecer desde finales del 2015, cuándo fue abierto el actual relleno sanitario que también ha colapsado ya, se han constituido en un problema ecológico  histórico, que significa una fuente permanente de contaminación a los mantos freáticos y contaminación, que se agudiza con cada nuevo incendio que ocurre en ese sitio.
Este viernes 29 de marzo, por ejemplo, se reportó un  nuevo incendio de ese basurero.
En esas 10 hectáreas existe acumulado plástico, productos industriales, eléctricos y electrónicos que en un proceso incendiario liberan al ambiente peligrosos gases y lixiviado que  lo mismo va al aire que a la tierra, y finalmente, a los mantos freáticos, cuyo peligro en Tulum es que contaminen la principal red de ríos subterráneos en el mundo, que constituye además uno de los cinco acuíferos más importantes de nuestro país y del que depende la riqueza turística de Quintana Roo, pero también la vida de millones de pobladores.
En el nuevo incendio intervinieron  los bomberos  cuyo director, James Bracamontes, tomó la decisión de suspender turnos y descansos para concentrar a los 30 elementos con que dispone ARA abatir la conflagración.
Con cuadrillas de otras direcciones se acotó el incendio en el llamado viejo basurero y ahí a cielo abierto seguirá la basura como muestra de promesas de campaña incumplidas del alcalde Víctor Mas Tah y del gobernador Carlos Joaquín González.