CANCÚN, Q.Roo, 19 de junio de 2018.- Chumpón, ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, es quizá el poblado más expuesto a las lluvias y los huracanes, por ser el más olvidado de los gobernantes que han pasado por Quintana Roo.
“Cuando vienen huracanes, solo veo como mis gallinas y borregos flotan en el agua, muertos”, dice don Juan May, habitante de este poblado, quien señala que durante años se han enfrentado a este tipo de problemáticas de las que autoridades tienen conocimiento, pero no han hecho lo suficiente. 
Eran alrededor de 200 viviendas hechas en su mayoría de palos y hojas secas las que conformaban esta comunidad, hasta que hace unos días llegaron las lluvias y el remanente de Carlota y las aguas subieron hasta tres metros de altura. Hoy, su único patrimonio está inundado.  
Unas 150 familias tuvieron que ser llevadas a refugios y albergues este fin de semana debido a que sus chozas o palapas, como en esta parte de la región se les llama, quedaron prácticamente bajo el agua.
Las recientes precipitaciones provocaron que Chumpón se convirtiera, como cuando los huracanes Gilberto, Wilma y todos los que han azotado la región, en un pueblo fantasma, donde sus calles hechas de tierra café, quedaron literalmente desaparecidas en el lodo.
“De Wilma ya han pasado 12 años y sigue todo igual. Llegan, nos traen fardos, cobijas, algo de comida. Nos prometen, luego se van y jamás vuelven. Algunos funcionarios ni siquiera se atreven a pisar, traen sus frasquitos de antibacterial  para ponérselo cuando los saludamos”, dijo doña Juana Cupul.
En el agua fría se pueden ver trastes e incluso prendas de ropa flotando en las inundaciones que alcanzaron los 225 milímetros en tan sólo dos días. La mayoría de sus habitantes tuvieron que recurrir a los albergues donde al menos se encuentran más secos y seguros, con comida por unos días.
En esta ocasión, los funcionarios del Gobierno de Quintana Roo, decidieron empezar el recorrido de verificación de daños aquí, y a los habitantes se les repartieron colchonetas, agua, cobertores, despensas y kits de higiene, que aún continúan sin ser suficientes.
“Cuando llueve siempre se encharca (inunda), eso lo saben los gobiernos desde hace años, pero siempre estamos así, a los pobres no nos hacen caso”, se queja don José May, quien apenas habla español.
Y es que cabe señalar que poco más de 99 por ciento de la población de Chumpón es indígena, 85 por ciento habla maya y 20 por ciento no habla español. Cerca de 15 por ciento es analfabeta. Hasta acà no han llegado los programas de educación para adultos.  
Muchas de las pertenencias de los pobladores quedaron bajo el agua sucia y por ende inservibles, y aunque seguramente tratarán de rescatar lo que puedan, tendrán que comenzar, como siempre, desde cero.
Desgraciadamente, una vez más, los olvidados de Quintana Roo quedarán a disposición de la ayuda estatal, a la espera de que las autoridades correspondientes hagan lo que únicamente deben hacer: su trabajo, y esta vez sí tomen medidas eficaces para darles una solución duradera.