FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 24 de abril de 2019.- Que se realice un estudio sobre los daños ambientales causados a la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an en los últimos 33 años, exige Jesús Cumí Azcorra, miembro del Consejo Ciudadano para la Defensa de Sian Ka’an.

Mencionó que en dicha área natural protegida, ubicada en territorio del municipio de Felipe Carrillo Puerto, y en porciones de los municipios de Tulum y Bacalar, no se pueden realizar actividades que alteren ecosistemas, sin embargo es del dominio público que grandes espacios de dunas y manglares han sido rellenados y además se han hecho construcciones que violan la normatividad ambiental ante la apatía de Profepa y de Semarnat.

Jesús Cumí Azcorra señaló que la autoridad realmente consiente a los responsables de las afectaciones con la imposición del pago de multas para supuestas reparaciones de daños, mientras que habitantes de la zona maya, que por desconocimiento cometen daños a las dunas son turnados de inmediato a la Profepa.

Aseguró que el Consejo Ciudadano ha alzado varias veces su voz pidiendo a los diputados estatales que apoyen el reclamo de que la ciudadanía participe en la toma de decisiones sobre su territorio y que aprueben también recursos para los estudios, que piden sobre los daños a esa área, pero no han logrado mayores avances.

Fue contundente el representante del Consejo Ciudadano al decir que organizaciones como la Asociación Amigos de Sian Ka’an usufructúa recursos que por miles de dólares destina la comunidad internacional para el cuidado de esa área natural declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Profepa y la Armada de México realizaron verificaciones en una zona cercana al ejido José María Pino Suárez donde al parecer ha sido devastados humedales para hacer una conexión con la vía estatal Tulum-Boca Paila en la Reserva de Sian Ka´an y cerca de la codiciada zona denominada Punta Piedra.

Pero aún no se sabe de algún informe oficial que señale que Profepa la Armada de México o la Conanp hayan hecho estas verificaciones de manera coordinada o por separado, si clausuraron o no la obra, y tampoco si éstas cuenta con permisos para realizarla.

Son ya 30 años de daños, y se suma opacidad y consentimiento en la Semarnat de esta cuarta transformación, que se suma a la lista del ecocidio autorizado a 70 especies, muchas en peligro de extinción, y a la invasión del santuario de tortugas en Chemuyil-Chemuyilito, sin que hasta el momento haya algún pronunciamiento oficial por estas devastaciones ambientales que se han vuelto cotidianas en Quintana Roo.