
Ataque de abejas deja 40 lesionados Viacrucis de Poncitlán, Jalisco
CANCÚN, QRoo, 21 de marzo de 2020.- Este sábado 21 de marzo es distinto: el natalicio de Benito Juárez, las marchas por el Día Mundial del Síndrome de Down y los festejos de primavera tendrán que esperar a que el Covid 19 deje en paz a México.
En esta Tierra de Todos, pese a las múltiples recomendaciones del quédate en casa y respeta la sana distancia, los ciudadanos muestran responsabilidad, pero otros también, inconsciencia: hay niños en las calles, en los supermercados y también abuelitos y embarazadas. El Hospital General está a tope hay más que un familiar que no debería estar y los centros de salud carecen de protocolo para guardar la sana distancia, la gente se arremolina en la fila y son tan chiquititos.
La realidad es que el coronavirus le ha pegado anímicamente a casi todos, se nota en las caras serias, en esas miradas empáticas en el transporte público, que se vuelven como cuchillos filosos y muecas hacia todo aquél que tose, estornuda o se suena.
De pronto, en los grupos de WhatsApp todos nos hemos vuelto especialistas en Covid 19 y en las versiones del origen del pesado virus, ni hablar: que si es arma biológica, que está mutando, que es tan inofensivo como una gripe, que solo es una treta de China para apropiarse de acciones, que si la vacuna, que si la medicina… Nuestras redes sociales informan y desinforman y se han vuelto redes de doble filo, aunadas a la poca o nula información oficial de algunos estados.
México cambió, ya no es el mismo, la gran mayoría –atenta al Covid 19– ha pasado por alto las muertes del crimen organizado, feminicidios y hasta la aprobación legislativa de que podrán seguir hasta 12 años en el cargo, poco caso también a la volatilidad en los mercados financieros y las estimaciones de especialistas que han declarado un decrecimiento histórico del PIB este 2020 en México.
Los que más tienen han llenado su bodega, los que no, permanecen en las calles chambeando: ahí está el limpia parabrisas, la de los tacos de canasta, el que atiende el puesto de cochinita, la de los tamales, la de la lavandería… porque si no trabajan a diario pues simplemente no obtienen “la papa”.
Los empleados de farmacias, de gaseras, de expendedoras de agua, de supermercados, trabajan algo alarmados su jornada; empleados de hoteles iniciaron ya sus vacaciones solidarias y otros despedidos “solidariamente” abandonan la cara vida –dicen– de Quintana Roo.
Algunos más, pareciera que de forma por demás irresponsable, se pierden y beben con sus chelas, la pena del Covid 19.
Algunas mamás con niños con discapacidad, lamentan que el apoyo del Bienestar que no les ha llegado pese a que ya les entregaron su tarjeta, tardará muchísimo más.
Pero esta fase uno de transición a la dos, apenas empieza, porque las autoridades sanitarias –que por cierto aún no dan el ejemplo en el pódium de la sana distancia– estiman que la epidemia se dará a fines de abril o principios de mayo, y nos faltan todavía quizá cinco semanas.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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