Decir adiós, sin el último abrazo

CANCÚN, QRoo, 20 de octubre de 2020.- El mundo del motociclismo es maravilloso, único, especial, te da las más grandes historias y la felicidad que no encuentras en algún otro sitio, pero cuando duele, cuando llega la tristeza, es simplemente un pozo sin fondo, un grito callado dentro del casco, una lagrima que seca el viento, pero que quema en el alma…

Estoy de luto, el motociclismo de Nuevo León y de México sienten la partida de uno de los suyos, #AbnerVillareal #ElNegro quien falleció el domingo 18 de octubre de la misma manera en que vivió: dando la vida por sus hermanos…

El hecho de su muerte por si mismo es un acto de amor, se detuvo para ayudar a un motociclista que se quedó varado en la carretera, junto con sus hermanos de 69 Ovejas Negras intentaron echar a andar la moto descompuesta a la orilla del tramo Aguascalientes-Zacatecas, a la altura de la comunidad de Cosío, cuando una automovilista perdió el control de su minicooper y terminó impactando a seis personas, entre ellas a El Negro.

Cuando Abner vio que la vida de un piloto estaba en riesgo, solo hizo lo que durante toda su vida había hecho, ayudar para quitarlo del peligro, aunque esto lo pusiera a él frente al auto que terminaría arrebatándonos su vida.

Su muerte fue casi instantánea, como la forma en que entraba en tu vida, una sonrisa, una cheve en la mano, la carrilla aguda que, como buen norteño, lo caracterizaba… Padre amoroso de una niña con síndrome de Down a la que le enseñó que el motociclismo podría darle alas, trabajador incansable y motociclista de la vieja escuela, de esos que respetan a los pilotos, de los que acompañan a la banda, de los que no te dejan solos, de los que te aconsejan arriba y abajo de la moto…

El Negro, era solo el Negro, un tipazo diría mi hermano Doble Muerto, pero las palabras no alcanzarían para decirle lo que el motociclismo lo quería: las más de 200 motos que se unieron al cortejo entre Aguascalientes y Monterrey es y será solo una pequeña muestra de lo que representaba para el manchón más negro de México: 18 de los 22 capítulos del motoclub se hicieron presentes para despedirlo, decenas de motoclubs esperaron su llegada a Monterrey, cientos de motociclistas lo esperaron en su tránsito.
En redes sociales, hay incontables mensajes, más de un centenar de motoclubs han mostrado su respeto, su pésame, más de un millar de motociclistas han manifestado su solidaridad… El motociclismo se ha volcado para enviar mensajes de paz a sus familiares…

Desde Cancún, desde la Riviera Maya, solo nos queda decir que estamos con Ramsés y Alondrita, sus hijos, que cuentan con El Manchón y que tengan claro que su padre fue un gran hombre…

Sabemos que no habrá un próximo abrazo con el Negro, pero sabemos que está preparando la ruta en el cielo, para cuando nos toque. Sabemos que está poniendo a enfriar las chelas y preparando la carnita asada, eso sí, con sombrero y bota picuda, porque sería motociclista, pero sobre todo norteño….

Hasta luego mi hermano, y no descanses en paz, sigue riendo, disfrutando y rodando en el más allá, que en el más acá te recordaremos siempre.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.

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