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COZUMEL, QRoo, 22 de agosto de 2025.- El sol apenas despierta sobre Cozumel cuando, dentro de la estación del Heroico Cuerpo de Bomberos, los equipos comienzan a prepararse. Cascos, botas y mangueras esperan alineados como soldados antes de la batalla. Afuera, la brisa acaricia la bahía, pero adentro se respira una mezcla de café, aceite y adrenalina contenida.
Como cada 22 de agosto, México celebra el Día del Bombero, un recordatorio de que detrás de cada uniforme hay historias de sacrificio y coraje.
El comandante Roger Pasos Catzin, con 33 años de experiencia, revisa los equipos con precisión. Su mirada refleja décadas de emergencias enfrentadas, de compañeros que ya no están, y de incendios que dejaron cicatrices imborrables en la memoria.
Recuerda su infancia en Mérida, Yucatán, donde desde niño se fascinaba viendo salir a los bomberos a toda prisa, escuchando el estruendo de la sirena y soñando con ser uno de ellos.
“El corazón me latía a mil por hora cada vez que escuchaba la chicharra. Desde niño sabía que quería estar ahí, en el fuego, ayudando”, recuerda con voz cargada de nostalgia y orgullo.
La vida de un bombero no es solo acción; es tensión constante. Cada llamada puede ser rutinaria o puede cambiarlo todo en segundos. El humo que se cuela por las ventanas, el calor que quema la piel, el olor acre de la madera y la adrenalina que hace temblar las manos son compañeros de cada intervención.
“Lo más difícil es dejar a la familia y no saber si regresaremos a casa”, confiesa.
Son palabras simples, pero cargadas de un peso que solo quienes han enfrentado la muerte de cerca pueden comprender.
Entre incendios forestales, rescates urbanos y accidentes, Pasos Catzin ha aprendido que la verdadera fuerza está en el trabajo en equipo, en confiar en quienes visten el mismo uniforme y arriesgan la vida al mismo tiempo. Cada emergencia atendida, cada vida salvada y cada momento de miedo superado se convierte en testimonio del compromiso silencioso que define a estos héroes.
Cozumel reconoce que sus bomberos no llevan capa ni buscan reflectores. Son personas reales, con familias, sueños y miedos, que enfrentan el peligro con coraje, corazón y pasión.
Detrás del uniforme hay sacrificio, resiliencia y una humanidad que inspira, recordándonos que los verdaderos héroes no siempre aparecen en los titulares, pero viven entre nosotros, listos para actuar cuando la alarma suena.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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