Visión financiera
Ni acabado ni herido; sí recalcitrante y respetado, Cuauhtémoc Cárdenas opina y da sangre, muy roja, a una herida Carmen, que se siente ofendida, traicionada, y qué hace lo que sabe hacer.
Maravilloso que la FIL, lenta y media aburrida a veces, se convierta, de pronto, en el cisma político y que, además, esta mañana ebulle, para el cafecito matutino, un cintillo de los presidenciables en el Reforma, pero faltó uno: el del jale, dirían muchos.
Sí, es muy cierto que López Obrador llenó de nuevo el zócalo, que como a la usanza vieja, pareció que hubo acarreados de gorra blanca y banderitas y hubo también paleros, panistas, vendidos por un huesito a los que se les vio como bichos raros y muy jodidos.
Arriba, entre los triunfadores, la gran colada, la Sheinbaum y Ebrard, por derecho de gabinete. Y otro presidenciable más, Augusto, sonriente y calladito, nomás milando.
Pero todo cambia y esta vez, las mujeres no usaron ropita de diseñador, como en los otros informes, esos de los neoliberales, diría el Jefe.
Abajo, algunos gobernadores y trajes caros, no faltó el inconfundible pelambre naranja de la Sansores ni las espesas cejas del poblano, al que ya se le olvidó defender a deudores.
Del otro lado, en uno de los corralitos, muy contenta se le vio a Mara Lezama, la elegida de Morena a la gubernatura del corazón del Tren Maya, aunque Marybel haga berrinche: si se quiere ir, que se vaya, dijeron en las altas esferas.
Como ya saben Rafa Marín pintó su raya. Fue tajante el comentario que le dirigió su gran amigo: no quiero más desunión, tampoco golpeadores.
Estas últimas horas el acérrimo odio al Jefe hizo que fifis de todos los colores partidistas destacaran las palabras de Cuauhtémoc Cárdenas: México tiene mucho rezago, pocas propuestas y falta claridad en planes de gobierno en materia económica, social, y de lucha contra la violencia y la corrupción y –ojo Ebrard– también faltan planes en materia internacional.
A sus 87 años de edad y luego de haber sufrido el robo de la presidencia de México, poco le importa quedar bien con el Presidente, por eso sus palabras pegan duro.
¿Será que no hay más ciego que el que no quiere ver? a veces ver un zócalo lleno también puede hacer perder piso.
Y en ese remuelle político sitúan esta mañana al hijo de Colosio muy cerca de la Sheinbaum en encuestas presidenciales.
Dicen que Ebrard va a la cabeza, y muy de cerca Samuelito y su parafernalia influencer, y Monreal… pero ¿qué han hecho de bueno para votar por ellos? aunque al que elijan casi de facto ganará.
Cuando este miércoles Andrés Manuel dijo que llegaría al fondo de la verdad de lo de Ayotzinapa y mencionó lo de ABC, muchos se quedaron esperando oír que también llegaría al fondo de las muertes del Rebsamen y del accidente del Metro.
Eso no se olvida y el pueblo bueno también castiga.
A casi todos en esta lucha por el poder se les olvida que hay otro fuerte jugador latente: el hijo del que con unas cuantas palabras, género opinión pública a nivel internacional, sí, estamos hablando de Lázaro, el ex gobermador de Michoacán, y cuyo nombre va tomando fuerza entre morenistas en el centro del país, es bien visto en el norte y en el sur.
Pero de él ya hablaremos en otra entrega de este Enjambre Político, tras un sorbo de otro fuerte, ácido y aromático café.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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