FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 15 de mayo de 2019.- La entrada de los profesores a las comunidades de la Zona Maya de Quintana Roo en un principio no fue fácil.

La animadversión de los indígenas hacia los tsules/blancos se trasladó a los enviados por el gobierno federal a castellanizar.

Este objetivo hizo más difícil su acceso a las poblaciones indígenas que eran resultado de una guerra que duró realmente casi un siglo, pues los mayas resistieron hasta los años 30 pretendiendo defender su identidad, territorio y mantener su autonomía.

Fue hasta esos años, que con la repartición de los ejidos, comenzaron a entrar en serio y con cierta facilidad aquellos personajes para intentar la transformación de la región.

Ser profesor o profesora era entonces un verdadero apostolado en la Península de Yucatán.

A pesar de que aplicaban una política educativa de castellanización que relegó la lengua materna hay que reconocer que los mentores de esos tiempos no son iguales a los profesores de ahora.

Actualmente muchos van y vienen diariamente en vehículos de sus casas a sus comunidades, cuando antes los maestros entraban caminando, a caballo o en burro y vivían en la comunidad.

Gracias a ellos y ellas, se fueron sumando mujeres al magisterio, nos educamos como mexicanos, crecimos intelectualmente y muchos nos desempeñamos luego con gusto, a la construcción de ciudadanía en otras escuelas o espacios culturales institucionales. Cuando éstos no funcionaban o no eran de nuestro agrado, lo seguimos haciendo como educadores populares o promotores culturales.

Hay mucho que agradecer entonces a los profesores, sobre todo a aquellos que desde su identidad maya o asumiéndola voluntariamente, fundaron y construyeron con la gente, sus escuelas, sin dejar de apoyar o incluso encabezar gestiones a favor de sus comunidades que necesitaban caminos y servicios básicos. Así, el Magisterio ha contribuido a transformar la región y la población maya, rural y urbana.

Muchos padres de familia reconocieron su labor en 2015 con sus movilizaciones ya que muchos les consideran apoyo de transformación y de vida.