
Reformas cruciales a la CURP
Consolidar para crecer sano: cambio de mentalidad en el empresario Pyme
Juan Carlos: Eduardo, he notado que cada vez más empresarios como tú están tomando una decisión importante: antes de pensar en expandirse, prefieren consolidar la base de su empresa ¿qué te hace llegar a esta conclusión?
Eduardo: Es que, Juan Carlos, me di cuenta de que crecer sin tener bien asentados los cimientos es como construir sobre arena. En su momento pensé que el crecimiento rápido me ayudaría a resolverlo todo, pero lo que logré fue generar más caos, más trabajo y muchos más problemas.
Juan Carlos: exacto, Eduardo. Esa es la clave. Muchos empresarios caen en la trampa de la huida hacia adelante, creyendo que, si no crecen, se quedan atrás. Pero en realidad, es más inteligente consolidar primero. Poner orden en la estructura, en los procesos y, sobre todo, en las finanzas, te prepara para un crecimiento saludable y sostenible.
Eduardo: Exacto, ahora entiendo que crecer de manera ordenada no sólo es posible, sino que es lo más inteligente. Así, cuando llegue el momento de expandirnos, ya estaremos bien preparados para manejarlo.
Juan Carlos: Así es. La consolidación no es freno, es base para un salto sólido. El crecimiento real viene después de poner todo en su lugar, con los cimientos firmes. En este artículo te explico por qué consolidar primero es la clave para un crecimiento sano, y cómo evitar caer en la trampa de crecer sólo por crecer.
Cada día encuentro más empresarios que deciden consolidar primero la base de su empresa antes de lanzarse a un crecimiento acelerado. Esta decisión, más que una estrategia, refleja un cambio profundo en la mentalidad empresarial, un cambio que los lleva a comprender que no se trata sólo de crecer, sino de hacerlo de manera sólida, sustentable y, sobre todo, sana.
Este enfoque se aleja de la típica huida hacia adelante que vemos en muchas Pymes, pero lo que realmente me impresiona es que cada vez más empresarios están entendiendo que, para crecer de verdad, primero hay que ordenar lo que ya tenemos.
La importancia de consolidar primero: orden y estructura para un crecimiento saludable.
Como consultor, he sido testigo de cómo muchas veces el empresario Pyme impulsado por la necesidad de ver resultados rápidos, se lanza a expandir su negocio sin asegurarse de que los cimientos sean lo suficientemente fuertes. Esta huida hacia adelante se basa en la idea errónea de que el crecimiento inmediato solucionará los problemas de fondo.
Sin embargo, el crecimiento sin una base sólida sólo genera más caos, más presión y más riesgos.
Esto es lo que muchos empresarios descubren, tarde o temprano, en el camino.
El hecho de que ahora sean más los empresarios que prefieren consolidar primero sus bases antes de expandirse me parece un cambio valioso. Están entendiendo que es preferible crecer de manera ordenada y sostenible, que lanzarse al vacío sin saber si realmente tienen las herramientas para manejar ese crecimiento.
La consolidación de la base no es un concepto abstracto.
Se trata de poner orden en varios aspectos clave de la empresa: la estructura organizacional, la cultura interna, la eficiencia de los procesos y, por supuesto, las finanzas. Estos pilares deben estar bien definidos antes de pensar en un crecimiento acelerado.
Si no están sólidos, lo que obtendrás no será un crecimiento sostenido, sino un proceso de expansión desordenada que, con el tiempo, puede llevar a problemas aún mayores.
Estructura organizacional: el mapa que guía el crecimiento
Uno de los puntos más importantes a consolidar es la estructura organizacional. En muchas Pymes los empresarios se ven tentados a contratar más gente o a ampliar departamentos sin tener una visión clara de cómo encajarán esas nuevas piezas dentro del engranaje que ya tienen. Esto genera confusión, falta de comunicación y duplicación de funciones. El crecimiento, entonces, no sólo es desordenado, sino que también es costoso y poco eficiente.
Consolidar la estructura organizacional significa entender qué personas son necesarias en qué puestos y cómo se deben interrelacionar para que la empresa funcione de manera fluida.
No se trata de sumar por sumar, sino de identificar qué roles hacen falta y cómo distribuir las responsabilidades de manera que se optimicen los recursos. Esto es lo que permite que el crecimiento sea controlable y gestionable.
La cultura organizacional como base del crecimiento
Otro aspecto fundamental que debe consolidarse es la cultura organizacional. Para muchos empresarios, este es un tema secundario. Sin embargo, es esencial. Si no se tiene claro qué valores defiende la empresa, qué principios guían su accionar y cómo los colaboradores deben alinearse con esos valores, el crecimiento será aún más difícil de gestionar. Los empleados no sabrán cómo actuar ante situaciones nuevas o ante la presión del crecimiento, y la cohesión interna se verá afectada.
Cuando el empresario decide fortalecer la cultura de su empresa, está creando un entorno en el que cada miembro del equipo sabe cómo actuar, qué esperar de los demás y cómo contribuir al éxito colectivo.
Esto no solo mejora el ambiente de trabajo, sino que también refuerza la eficiencia en la operación diaria.
Así, el crecimiento será más armonioso y menos propenso a los conflictos internos.
Los procesos: eficiencia operativa como palanca para el crecimiento
Otro punto que debe consolidarse antes de crecer es la eficiencia operativa. Sin una operación bien estructurada, cualquier intento de expandirse será como intentar correr con los zapatos equivocados.
La empresa puede estar recibiendo más clientes, más pedidos, pero si no tiene los procesos estandarizados y eficientes para manejar ese aumento, lo que logrará es desorganización y, eventualmente, un deterioro en la calidad de su producto o servicio.
Aquí es donde entra la importancia de optimizar los procesos. Esto no significa que haya que hacer grandes inversiones en tecnología, sí que, a menudo, basta con revisar cómo se están haciendo las cosas y buscar formas de mejorar la eficiencia.
A veces, un pequeño ajuste en los procedimientos o en la forma de interactuar entre departamentos puede hacer una gran diferencia.
Finanzas: la sangre de la empresa
El control financiero es otro aspecto que no puede faltar cuando se habla de consolidar la base antes de crecer. En muchas ocasiones, las Pymes cometen el error de querer expandirse sin tener claro el estado real de sus finanzas. El crecimiento desordenado puede generar serios problemas si no se tiene el capital necesario para sostenerlo, y si los márgenes de rentabilidad no están bien gestionados.
Consolidar las finanzas implica tener una visión clara de los ingresos, los costos, el flujo de caja y las inversiones necesarias para el futuro.
Sólo cuando el empresario tiene el control total sobre sus finanzas, puede tomar decisiones de crecimiento inteligentes y sustentadas en datos reales.
La huida hacia adelante: el riesgo de un crecimiento apresurado
Ahora bien, no estoy diciendo que el deseo de crecer sea algo negativo. Todo empresario quiere que su Pyme crezca. Sin embargo, el problema aparece cuando ese deseo se convierte en una huida hacia adelante, sin tener los elementos necesarios para hacer frente a ese crecimiento.
La huida hacia adelante es, en muchos casos, una respuesta a la ansiedad por ver resultados rápidos, por no quedarse atrás frente a la competencia o por la presión del entorno. Sin embargo, este tipo de crecimiento apresurado no tiene en cuenta los riesgos inherentes a la falta de preparación.
Cuando los empresarios deciden simplemente expandir para no quedarse atrás, lo que logran, en muchos casos, es un crecimiento que no está alineado con sus capacidades actuales. Esto puede traducirse en un aumento descontrolado de los costos, una sobrecarga de trabajo para el equipo y un desajuste con la capacidad operativa de la empresa. Lo que parecía ser una buena decisión a corto plazo, termina siendo una carga que limita el potencial de la empresa.
Un cambio de mentalidad
Lo que quiero destacar, y lo que he observado en muchos empresarios en los últimos años, es que cada vez más están tomando conciencia de que el crecimiento debe ser el resultado de una base sólida. Esta es una de las lecciones más valiosas que los empresarios deben aprender: la consolidación no es un obstáculo para el crecimiento, sino la clave para que ese crecimiento sea sano, sostenible y verdaderamente exitoso.
Conclusión: Crecer con bases firmes ahora más que nunca, el empresario Pyme está reconociendo el valor de ordenarse primero antes de salir a crecer.
Este cambio de mentalidad es esencial si queremos lograr un crecimiento duradero, sin los tropiezos que trae consigo un crecimiento descontrolado.
Consolidar la base de la empresa, fortalecer la cultura, optimizar los procesos, y tener las finanzas en orden no es un lujo, es una necesidad.
Cuando estos aspectos están bien cimentados, el salto hacia el crecimiento es mucho más efectivo. No sólo es más fácil de gestionar, sino que también es más rentable. Así que, en lugar de huir hacia adelante sin mirar lo que dejamos atrás, enfoquémonos en construir desde el orden. El crecimiento que viene luego será el reflejo de esa base sólida, y lo que parecía un sueño inalcanzable se convertirá en una realidad sostenible.
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Para contactar a Juan Carlos e implementar estos conceptos en tu empresa, escribe a a [email protected]
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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