CIUDAD DE MÉXICO, 18 de noviembre de 2019.- En la inmediaciones de San Lázaro la vida sigue un curso inusual, sin intención de moverse un ápice, los manifestantes que ahí se encuentran han hecho de calles y avenidas, su centro, no solo de manifestación, sino también de diversión, descanso, y en general de vida cotidiana.

Mientras algunos integrantes de Antorcha campesina juegan volibol o futbol, sobre avenida Eduardo Molina y Sidar y Rovirosa, fuera del Palacio de Justicia un mujer tiene una lavadora trabajando mientras coloca su ropa en un tendero improvisado en plena avenida y las jardineras del recinto judicial sirven para asolear la ropa.

Mientras en otras carpas hacen fila para pasar por su ración de comida, y otros miran atentos el tablero de ajedrez para definir la siguiente jugada, como la que esperan hacer este martes en la reunión que sostendrán con los legisladores quienes prometen dar una solución a sus demandas.

Esta vez los olores fétidos de los baños móviles, no estaban presentes en el ambiente, pues los mismos manifestantes se dieron la la tarea de limpiarlos y desinfectarlos.

En tanto, en otra parte del plantón, donde se encuentran los integrantes del Frente Auténtico del Campo (FAC), como la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) apostados sobre la calle de Zapata y Congreso de la Unión, se encuentran en sus tiendas de campaña, en juntas, comiendo o cocinando.

Así transcurre el plantón afuera de la Cámara de Diputados, en espera de que los recursos que demandan para el campo se vean reflejados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), cuya aprobación sigue en suspenso desde la semana pasada.

Como en suspenso se mantiene el destino de la crisis que vive la Cámara de Diputados, pues inicia la segunda semana de inactividad y con ello la paralización de la sesión en Pleno que, de acuerdo a los tiempos legislativos, está suspendida desde el pasado 6 de noviembre.