Visión financiera
Universo Pyme
Un crecimiento económico de 3.5 por ciento en 2023 para México no es un mal dato sobre todo si tomamos en consideración que entre 1978 y el 2018, a lo largo de 40 años, el promedio de crecimiento del PIB fue de 2.1 por ciento.
Pero no se vaya con la finta; en el país ni se han sentado las bases de un mejor y más prolongado crecimiento, ni hemos conseguido iniciar un ciclo de crecimiento sostenido. Detrás de ese muy probable crecimiento de 3.5 por ciento o incluso más, hay datos que mucho se asemejan a lo que en los 40 años anteriores a 2019 México ha ya conseguido.
Como por ejemplo: la creación de empleo. Hay varias maneras de valorar el éxito del gobierno en materia de creación de fuentes de trabajo. Tomemos la de trabajadores inscritos ante el IMSS.
Si en diciembre primero de 2018 había inscritos al IMSS 20 millones 457 mil 926 trabajadores y en noviembre del 2023 se registraron 22 millones 409 mil 268 trabajadores tenemos una ganancia de un millón 951 mil 348 mexicanos registrados en el Instituto.
Son 260 semanas, un registro promedio de trabajadores de 390 mil 269 por año o 32 mil 522 empleos por mes en cada uno de los 5 años. Una economía que crece a ritmos de 3.5 por ciento consistente, debiera presentar un registro de creación de empleos mayor, sobre todo si tomamos en cuenta que el país requeriría generar al menos un millón 250 mil anuales para dar respuesta a la demanda de trabajo presente y procurar nuevas plazas para las generaciones que están incorporándose al mercado de trabajo.
Datos que ha corroborado el doctor Saúl Arellano, investigador de la UNAM, señala que, en promedio, la economía mexicana ha creado anualmente un promedio de 360 mil empleos anuales entre 1997 y 2023. Nuestras cuentas nos señalan que se han creado los 390 mil señalados antes, lo que no es muy diferente al dato que nos proporciona el doctor Arellano.
Según nuestras cuentas, al cierre del tercer trimestre del año la economía del país tiene un PIB cuatro por ciento superior con respecto al que ya había conseguido en el tercer trimestre de 2018, lo que significa que en la presente administración Federal el crecimiento promedio ha sido de 0.8 por ciento o dato similar o cercano a éste, inferior por supuesto al uno por ciento promedio anual. No es suficiente.
Pero también hay datos que deben de preocuparnos, como por ejemplo lo relativo al desempeño de la actividad industrial al mes de agosto del 2023. Según datos del Inegi que usted puede consultar, y con respecto al mes previo, en agosto hubo 16 estados, 16 estados que presentan un comportamiento industrial de signo negativo y a nivel anual, en comparación con el mes de agosto del 2022, son 10 los estados que mantienen comportamiento negativo. Se crece 3.5 por ciento pero prácticamente la mitad de los estados sostienen crecimientos industriales negativos respecto al mes previo, de julio 2023, y 10 entidades decrecen su actividad industrial en comparativas anuales.
Un crecimiento sostenido, planteado estratégicamente que dé como resultado un 3.5 por ciento anual al finalizar el 2023, pudiera ir acompañado con mejores cifras en otras áreas de la economía como el caso del empleo y de la actividad industrial.
Ya veremos cómo va a pintar el 2024. Será un año con fuerte sesgo político y quizá por ello, por ejemplo, no tomaremos en cuenta que desde hoy se sabe que el año que viene tendrá que recurrirse como nunca antes a la importación de maíz, convirtiéndose México en la nación con mayor importación del grano, para hablar sólo de un cultivo.
Las razones están ubicadas en las consecuencias que provoca el sobrecalentamiento global al que no hemos considerado en las políticas agrícolas del actual gobierno. En fin. Ya veremos de a cómo nos toca.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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