TULUM, QRoo, 17 de abril de 2019.- Al filo de las 10:30 horas, de todos los puntos cardinales, medio centenar de tricicleros, vendedores ambulantes de pozol y tepache, se unieron de pronto a una manifestación, que ocurrió simultáneamente frente al Ayuntamiento de Tulum, en el parque Museo de la Cultura Maya.
La numerosa manifestación ocupó la explanada de los bajos del edificio municipal, en cuyo interior comenzó a extenderse la zozobra.
“Los pozoleros están buscando al presidente Víctor Más Tah, se ven molestos”, fue la frase que comenzó a replicarse en las instalaciones oficiales y pronto, ese rumor llegó hasta las oficinas principales, como teléfono descompuesto, con una versión distorsionada  en la que se hacía alusión no a la venta de la refrescante y alimenticia bebida del sureste mexicano sino a la ominosa actividad de aquel famoso personaje tristemente célebre que aún se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad por la desaparición de cuerpos humanos en sosa cáustica.
“Que les resuelvan de inmediato y positivamente a sus demandas”, se dijo.
Esa -se cuenta- fue la instrucción de un presidente municipal sumamente nervioso ante la manifestación que, por otra parte, se llevó a cabo en completa tranquilidad de los participantes, ajenos al barullo que lograron con su presencia y la distorsión de su objetivo entre los ocupante de aquel Palacio.
Y es que no una, sino dos manifestaciones coincidieron para que -de pronto- la fachada principal del edificio sede del Ayuntamiento de Tulum se llenará de comerciantes informales con todo y sus triciclos y de aspirantes a un programa de dotación de terrenos que viene evaluándose ya desde hace tres años y ambas manifestaciones fueron fugaces y finalizaron en la más completa calma.
La manifestación de los vendedores informales ocurrió para visibilizar lo que ellos aseguran es una serie de presiones y abusos de parte de la Dirección de Comercio cuya titular Paulina Och, a través de su personal, les hostiga y no les permite trabajar libremente, pese a que tienen permisos en regla, mientras se engrosa el número de vendedores ambulantes de allegados y amigos muchos de los cuales solo tienen permisos verbales de su parte. 
Varios de los vendedores aseguraron que, incluso, hasta les cobran 200 pesos semanales cómo mochada.
José Refugio García Hernández, dirigente de la CROM en Tulum y representante de los vendedores ambulantes se reunió con el secretario general del Ayuntamiento de Tulum, Enrique Rodríguez Luna, quien trascendió tenía la instrucción de darles garantías de que su trabajo sería respetado y se eliminaría cualquier clase de hostigamiento.
La manifestación coincidente a la de los pozoleros y tepacheros fue la de aspirantes a un programa de dotación de terrenos por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Venta (SEDUVI) y según sus organizadores su intención no era otra sino hacer un acto de presencia como un recordatorio de que mantienen vigentes sus exigencias a una promesa del Gobierno del Estado -con certificados de entrega incluidos- que data desde abril del 2017, cuando se les aseguró que una colonia con el nombre de La Ceiba ya estaba completamente lista para ser entregada y a dos años, no se conoce incluso ni siquiera la ubicación de ese lugar.