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COLORADO, EU, 7 de junio de 2019.- Mientras las autoridades investigan las muertes, sin explicación, de tres estadounidenses en un centro de hospedaje de República Dominicana, una pareja de Colorado, Estados Unidos que se alojó en la misma instalación el año pasado dijo que se enfermó violentamente después de haber estado expuesta a lo que sospecha que eran insecticidas que se propagaron a través del sistema de aire acondicionado.
Kaylynn Knull, de 29 años de edad y su novio, Tom Schwander, de 33 años, presentaron una demanda a principios de este año contra los propietarios de Grand Bahía Príncipe Hotel La Romana, culpándolos por causar su enfermedad en junio de 2018.
En una entrevista con CNN, Knull dijo que la reciente muerte de una pareja de Maryland y de una mujer de Pensilvania que se alojaron con pocos días de diferencia en el mismo complejo hotelero de República Dominicana le hizo enojar y entristecer: “me hervía la sangre. Me dieron ganas de gritar. Me dieron ganas de llorar”, dijo Knull.
“Algo está sucediendo. Lo que nos pasó puede estar relacionado con lo que les sucedió”, enfatizó.
El mes pasado, Edward Nathaniel Holmes, de 63 años, y Cynthia Day, de 49 años, no respondieron en su habitación de hotel en el resort.
Las autoridades de República Dominicana dijeron que una autopsia preliminar encontró que la pareja sufrió una insuficiencia respiratoria y un edema pulmonar, causado por el exceso de líquido pulmonar.
Day también sufrió un edema cerebral.
Cinco días antes, Miranda Schaup-Werner, de 41 años, murió en su habitación con su esposo cerca. Las parejas se registraron el mismo día, el 25 de mayo.
Según la Fiscalía General de República Dominicana, una autopsia preliminar a Schaup-Werner mostró que sufrió un ataque cardíaco, edema pulmonar e insuficiencia respiratoria.
Los resultados de toxicología están pendientes y las muertes siguen siendo investigadas por las autoridades de República Dominicana.
Jay McDonald, un portavoz de la familia Schaup-Werner, dijo que estaban trabajando con las autoridades de Estados Unidos para recopilar más información.
“Nuestro objetivo aquí es tener respuestas. Queremos entender lo que sucedió”, dijo, y agregó que la pareja estaba en República Dominicana para celebrar su noveno aniversario de boda.
Una portavoz del hotel no comentó las acusaciones de Knull y Schwander, citando el litigio en curso. Ella dijo que las muertes de Holmes, Day y Schaup-Werner fueron eventos aislados y que “no hay indicios de ninguna correlación entre estos dos incidentes desafortunados”.
El secretario de Turismo, Francisco García, trató de minimizar las muertes al hablar con los reporteros: “en los últimos cinco años, más de 30 millones de turistas han visitado República Dominicana, pero esta es la primera vez que los medios internacionales informan sobre una situación tan alarmante. Estos son incidentes aislados y República Dominicana es un destino seguro”, afirmó.
Sin embargo, las muertes recientes han llevado a otras personas que pasaron sus vacaciones en República Dominicana a presentar su propia mala experiencia en el resort de Bahía.
Para Knull, una masajista, y Schwander, un director de ambulancia, se suponía que sus vacaciones el año pasado serían una escapada relajante. Dijeron que trabajan incansablemente durante la larga temporada de turismo de esquí de Colorado y que estaban “entusiasmados por el tiempo de playa” cuando reservaron su viaje a Bahía: “nunca habíamos estado juntos fuera del país”. En el sexto día de las vacaciones de 13 días de la pareja, Knull dijo que se despertó con un fuerte dolor de cabeza. Ella asumió que estaba deshidratada, así que en el desayuno bebió agua y jugo de tomate con la esperanza de que eso ayudara. No lo hizo. Cuando la pareja regresó a su habitación, fueron golpeados con un abrumador “olor químico como si alguien hubiera pintado las paredes”, dijo.
Miraron a su alrededor, tratando de encontrar la fuente del olor, no descubrieron nada y pidieron ayuda en la recepción. Se preguntaron si se trataba de una solución de limpieza, pero parecía que la limpieza no había ido. Mientras esperaban una respuesta de la recepción, captaron la atención de una ama de llaves y le pidieron que entrara en la habitación.
Entró, agitó su mano sobre su nariz con disgusto e inmediatamente salió, dijo Knull.
Aún sin respuesta de la recepción, llamó varias veces más. Finalmente, un botones y un gerente del hotel llegaron y dijeron a la pareja que era un “filtro de aire”, un artilugio del tamaño de un calentador, dijo Knull.
Ella y su novio le pidieron repetidamente al gerente que identificara la fuente del olor. Era difícil comunicarse, dijo ella. La pareja no habla español y algunos empleados no parecían entenderlos. El gerente, cuyo nombre Knull no recordaba, pasó a la pareja a una habitación de lujo donde se quedaron la noche siguiente.
Pero Knull dijo que ella comenzó a sentirse peor y Schwander también se enfermó. Aguantaron intensos calambres estomacales y diarrea. Ella tenía sangre en sus heces. Sus ojos no dejaban de llorar. Se despertaron y Schwander estaba babeando mucho y con la cama empapada de sudor. “Había empapado su pecho (con baba)”, dijo Knull.
“Estaba sudando tan fuerte que me lloraban los ojos. Mi visión estaba borrosa… Me estaba mareando”.
Knull dijo que recordó lo que había visto días antes: una persona de mantenimiento que estaba rociando las plantas de palma que cubrían las unidades de aire acondicionado justo afuera de su habitación. “Me preguntaba si alguien rociaría nuestra unidad”, le dijo a CNN.
“Siempre están ahí afuera cuidando las plantas. Los vimos ahí afuera con repelentes de insectos”. La pareja se enojó más a medida que sus síntomas empeoraban. Knull dijo que sus calambres en el estómago eran tan fuertes que se sentían como “motosierras atravesando mis entrañas”. Kaylynn Knull, de 29 años, y su novio, Tom Schwander, de 33, presentaron una demanda contra los propietarios del Grand Bahía Príncipe Hotel La Romana, culpándolos por causar su enfermedad en junio de 2018.
Knull dijo que fue a la recepción y exigió saber qué estaba pasando. “Pedimos papeleo, todo, y se negaron a darnos algo”.
Un par de días después, la pareja decidió acortar sus vacaciones y volar a casa a un costo adicional de 600 dólares. El vuelo a casa fue doloroso, dijo Knull. Cuando llegaron a una parada en un aeropuerto de Nueva York, corrieron al baño. En su último vuelo de regreso a Denver, Knull dijo que estaba doblándose del dolor por los calambres en el estómago. Pasaron los siguientes días en casa, bebiendo agua y jugo, y sus síntomas comenzaron a aliviarse. Fueron examinados por sus respectivos médicos de familia que, según los registros médicos proporcionados por Knull, sospechaban que la pareja había estado expuesta a organofosfatos.
Los organofosfatos son sustancias químicas fabricadas por el hombre que se encuentran típicamente en los pesticidas, como el spray para hormigas y cucarachas.
Pueden ser absorbidos a través de la piel, inhalados o comidos. La exposición puede causar un aumento de saliva, producción de lágrimas, diarrea, náuseas, sudoración, confusión y otros síntomas, de acuerdo con el Centro Nacional de Información Biotecnológica.
Según informa NCBI, aproximadamente tres millones de personas en todo el mundo están expuestas a organofosfatos cada año, lo que representa 300 mil muertes. La exposición a los organofosfatos puede causar problemas o fallas respiratorias, dijo Dana Boyd Barr, profesora de ciencias de la exposición y salud ambiental de la Universidad de Emory. Ha estudiado los organofosfatos durante 30 años. Típicamente, aquellos que están envenenados por los organofosfatos salivan en exceso, dijo. El abogado de Knull y Schwander, David Columna, y un abogado con sede en Florida que a menudo trabaja con él, John Urban, le dijeron a CNN que en República Dominicana no hay un proceso de descubrimiento ni un juicio por jurado. Cuando se presenta una demanda, depende de un juez decidir cuándo ocurre una audiencia durante la cual ambas partes presentan argumentos.
Entonces el juez toma una decisión. Es posible que el hotel pueda llegar a un acuerdo con la pareja, dijo Urban. Knull se puso emocional esta semana al reflexionar sobre las personas que han muerto. Más que ganar la demanda, ella dijo que quiere saber qué los enfermó. “Tal vez eso les ayude”, dijo ella. “Si hablar sobre lo que nos sucedió ayuda a descubrir qué les sucedió a esas personas, Dios bendiga a sus familias. Merecen respuestas”.
Con información de CNN
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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