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FELIPE CARRILLO PUERTO, QRoo, 8 de marzo de 3019.- La escritora y política francesa Olympe de Gouges puso las bases del feminismo actual al redactar la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana en 1791, años de la revolución francesa. Por su osadía fue detenida, juzgada y guillotinada.
Obreras textiles de Río Blanco exigieron mejores condiciones laborales y fueron masacradas por orden de Porfirio Díaz antes de la Revolución Mexicana de 1910.
Las alemanas Rosa Luxemburgo, en 1917, y Clara Zetkin, en los años 30, llevaron más allá sus demandas, al querer dar a las revoluciones de la época una perspectiva de género.
En Yucatán, Elvia Carrillo Puerto y su grupo de socialistas, en los años 20, no dejó de luchar hasta su muerte, en 1968.
En Quintana Roo, durante la fundación de Santa Cruz Xbáalam Naj, capital maya rebelde, en 1850, y el restablecimiento de Tulum como centro comercial y religioso, por 1865, fueron Hilaria Náhuat y María Uicab las que protagonizaron los papeles de sacerdotisas y jefas de la resistencia maya.
Por todos estos antecedentes históricos resulta muy grave que el importante papel jugado por las mujeres en el mundo y en nuestra región pretenda ser menospreciado hasta la fecha.
Lejos de avanzar en la concreción de los derechos de las mujeres aumentan los feminicidios, en la medida en que sus derechos son reconocidos.
El problema es mundial por ser inherente al capitalismo inhumano que pasa por la peor de sus fases como sistema depredador: anti género, anti indígena_ anti ambiental, anti niñez, anti ancianos, anti cultural…
En nuestro país se han contabilizado de 2016 a 2018 un total de tres mil 347 casos de mujeres víctimas de feminicidios, siendo precisamente 2018 el año en que se ha presentado un pico más alto de estos crímenes. No es sano ni aceptable que en Quintana Roo haya casos de mujeres víctimas de feminicidio, como en el resto del país, en donde ellas y sus familias han sido revictimizadas por las y los impartidores de justicia, pues se ha caído en prácticas como la de culpabilizar a la víctima, justificar al victimario, encubrir o distorsionar los motivos y circunstancias que desataron la violencia, para que las muertes no sean catalogadas como feminicidio, y se ha retardado o entorpecido la aplicación de la justicia.
Muchos casos se han registrado en la entidad turística más importante de Latinoamérica: En Quintana Roo nueve de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia física, emocional, sexual o económica debido al machismo, de acuerdo con el Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM).
Y añadió en un reporte de 2017 que cada año aumentan los casos ligados al alcohol y las drogas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 652 mil 358 mujeres y 26 de cada centena ha sufrido violencia emocional.
El IQM indicó en 2017 que los registros de violencia aumentan cada año.
Cinco de los 11 municipios concentraban entonces la mayor agresión hacia las mujeres: Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen), Cozumel, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas, en ese orden, según la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, que emitió la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
La misma comisión indicó que “las muertes de mujeres en Quintana Roo se caracterizan por ser extremamente brutales y las investigaciones de las autoridades no se tipifican conforme al delito de feminicidio, siendo que en numerosas ocasiones se cumplen los supuestos establecidos en el Artículo 86 bis del Código Penal del Estado”.
Los altos niveles de violencia del país y la presencia de células criminales han exacerbado las expresiones de violencia feminicida, agudizándose en contra de las mujeres que no están vinculadas a la delincuencia, algunas víctimas por ser parejas de delincuentes y eso no lo prevén o investigan las autoridades.
Pese a la alerta de género siguen ocurriendo casos de violencia y feminicidio agregando a la grave situación que el Comité Interdisciplinario que atiende la Alerta de Género en Quintana Roo es inoperante, lo acontecido casi a diario en Cancún y en la Riviera Maya indica que crece la ola de violencia contra la mujer.
Es importante, pero no suficiente que la XV Legislatura haya aprobado una reforma a la Constitución de Quintana Roo para incorporar de manera enunciativa que las mujeres y los hombres son iguales en el ejercicio de los derechos laborales.
Tampoco es suficiente el Plan de 10 puntos para la seguridad de las familias, ni la entrega de reconocimientos gubernamentales a 13 mujeres destacadas en tanto, en la entidad, sigan asesinando y desapareciendo mujeres en la casi absoluta impunidad y se siga guardando silencio.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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