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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de octubre de 2019.- Al ser cuestionado por diputados panistas sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México que se construía en Texcoco, quienes señalaron, incluso, que era el error del sexenio, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, enfatizó que era una obra inútil y por eso se paró la obra.
Durante su comparecencia ante las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes y de Infraestructura de la Cámara de Diputados como parte de la glosa del primer informe de Gobierno, el funcionario federal fue cuestionado sobre su afirmación de que una de las prioridades de este Gobierno era concluir las obras en proceso, sin embargo, aclaró que solo aquellas que sean útiles para la población.
“Yo dije que la segunda prioridad después de la conservación de las carreteras, era la de concluir las obras útiles en proceso. Habrá quien considera que el Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco era una obra útil, cuando nosotros la calificamos como una obra absolutamente inútil”, aseveró.
Recordó todo el trabajo previo, durante la transición, de foros y consultas que se hicieron con expertos y especialistas, así como diversos sectores de la sociedad e incluso reuniones con los funcionarios de la SCT para conocer a fondo lo relacionado al tema.
Como resultado de esto, explicó, se encontró un financiamiento mal hecho, el cual era muy caro y no alcanzaba ni para lo previsto en la primera etapa, “el financiamiento estuvo hecho en términos muy discutibles, los trabajos que se hicieron tuvieron un grado de improvisación absolutamente lamentable”, refirió.
Al respecto, indicó como ejemplo que una de las empresas constructoras que tenía un contrato de 84 mil millones de pesos para hacer la terminal, demandaron al Grupo Aeroportuario Mexicano porque en octubre de 2018, no tenían la información de ingeniería de detalle del edificio terminal.
Asimismo, indicó, sin dar el nombre, que la empresa que hacía la ingeniería, les mostró que dos años antes habían enviado al Grupo Aeroportuario Mexicano una carta en donde el project manager indicó que esta obra no podía terminarse antes de 2024, siempre y cuando no sucediera nada.
De igual forma, destacó que dicho informe revelaba que el costo no sería de 13 mil millones de dólares, sino 16 mil 500 millones de dólares; señaló que este documento se hizo público en su momento.
“Se destruyeron las minas ahí de tezontle y de basalto, el daño ecológico es brutal, independientemente de los conflictos sociales. No se tenía resuelto el problema del agua; no se tenía previsto nada de ninguna ruta que llegara al aeropuerto. Se hablaba de que iba a haber un tren, no hay un solo proyecto del tren; no está construido nada, no hay más que cimentación; no se trata de un capricho, no se trata de que cancelamos una obra.
Era una obra que no se iba a terminar nunca y que, además, para poderse operar tendría que cerrarse el aeropuerto actual, un problema absolutamente de difícil concepción estratégica. No sabíamos ni cuándo se hubiera podido terminar, ni cuánto iba a costar y menos todavía cuánto iba a costar su mantenimiento”, enfatizó.
Jiménez Espriú rechazó que en alguna ocasión haya señalado que no encontraron corrupción en esta obra, sino que la decisión de cancelar el aeropuerto no fue por este tema.
“Si hubiera sido la corrupción, hubiéramos tenido que cancelar todas las obras -con el debido respeto a esta soberanía-. Yo no dije que no había corrupción, dije: la corrupción no se tomó en cuenta para la cancelación o no cancelación de la obra”, puntualizó.
Información de Quadratín CDMX
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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