CANCÚN, QRoo, 1 de agosto de 2018.- La preocupación por el elevado uso de productos desechables y el daño que estos causan al medio ambiente, llevó a la joven estudiante Gisela Margeli Domínguez Anaya, a encontrar una opción que permitirá sustituir esos productos por otros que sean más amigables con la naturaleza.
La alumna del sexto cuatrimestre de la especialidad de Desarrollo de Negocios en el área de Mercadotécnica de la División Económica-Administrativa de la Universidad Tecnológica de Cancún (UT) presentó su proyecto de platos biodegradables, elaborados a base de hojas de almendro y así reemplazar los desechables.
Gisela Domínguez explicó que el proyecto surgió como parte de la asignatura Plan de Negocios, en la que se les motiva a plantear una idea innovadora y se les apoya para el desarrollo del proyecto, por lo que en este caso no fue la excepción y recibió asesoría por parte de sus docentes y la idea fue consolidándose, se elaboró el plan de negocios y el plan estratégico para su puesta en marcha, lo que le representó a la estudiante sacrificar el tiempo que correspondía a sus prácticas.
Durante dos cuatrimestres Gisela hizo una serie de ejercicios para concretar esta propuesta, seleccionar los materiales, analizar los procedimientos y la viabilidad del producto que consiste en la elaboración de platos biodegradables para sustituir los desechables, los cuales terminan generando mucha contaminación, ya que tardan 500 años en degradarse, en tanto que su propuesta lo consigue en tan sólo 28 días o mes y medio.
La visión de Gisela Domínguez a mediano plazo es comenzar la  comercialización del producir. “Para 2022, cuando haya avanzado el proyecto, queremos empezar a venderlos y construir la máquina, porque no hay una que produzca este tipo de platos y que tenga la prensa que necesitamos, así que la vamos a construir”.
Y es que dijo que estos platos pueden ser utilizados en distintos lugares como los mismos restaurantes, hoteles y grandes eventos, lo que permitirá evitar las grandes concentraciones de desperdicios de platos desechables que tardan cientos de años en degradarse. Aclaró que este no es un plato para reutilizarlo, sino para desecharlo.
La estudiante de la UT ahora está becada por Mexprotec en Francia, para estudiar una licenciatura y así buscar nuevas ideas que ayuden a complementar su proyecto.
“Pienso en buscar un socio comercial, incluso aliarme con alguna empresa que sepa sobre responsabilidad social y preguntar cómo puedo avanzar más en el proyecto, sobre creación de procesos” apuntó.
La propuesta de Gisela ha sido bien recibida en la universidad, teniendo el apoyo de los directores de varias de divisiones, quienes le apoyaron desde el proceso de incubamiento de la empresa Plato Biodegradable, para lo cual trabajaron durante cuatro meses.