CANCÚN, QRoo, 8 de abril de 2019.- Los recientes incendios ocurridos en los llamados rellenos sanitarios de Tulum, Chetumal y Felipe Carrillo Puerto sacaron nuevamente a la luz lo grave que resulta la falta de un manejo adecuado y de dar un destino final a los residuos sólidos generados en Quintana Roo.
Cancún es el destino turístico más importante de México pero es también líder a nivel nacional en producción de basura generada en su mayoría por la población y hoteles.
En 2018 se calculaba una generación diaria de mil 349 toneladas de basura, entre residuos orgánicos, plásticos y residuos electrónicos. 
Sus cerca de 800 mil habitantes, de acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Coespo) generan estas toneladas diarias de residuos que terminan en el basurero municipal, sin contar las decenas de basureros clandestinos existentes, según la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA). 
Según investigadores en materia ambiental, ese total de basura sumado a la doméstica representa más de la mitad del gran problema del manejo de residuos de Quintana Roo, y requiere una especial atención, pues tiene un alto potencial calorífico, y por tanto, un alto grado de descomposición, lo que genera mayor volumen de gases de efecto invernadero, dañando al ambiente, en un estado que se precia ante el mundo de ser ecológico y amigable con el medio ambiente.
Al otro extremo del estado, en su capital Chetumal, municipio Othón P. Blanco, se preveía desde fines de 2018 aplicar medidas urgentes para rehabilitar su basurero municipal pero nada se hizo y el problema aumenta día con día.
De acuerdo con datos de la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) del estado, el Ayuntamiento de Chetumal recibió 28 infracciones por violación a la norma ambiental establecida en la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos del Estado, y se inició un procedimiento administrativo ambiental contra dicho Ayuntamiento dándole como plazo 60 días hábiles para cumplir con las medidas correctivas, a partir del 27 de noviembre de 2018, los cuales se cumplieron el mes de febrero de 2019. Ya estamos a abril y la falta de recolección de desechos y sobre todo, de un manejo integral provoca hedor y molestia entre lis habitantes y comerciantes, que sí pagan predial e impuesto por recolección y gestión de desechos sólidos.
En su interesante diagnóstico acerca de la gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la ciudad de Bacalar, Quintana Roo,mediante el enfoque del nuevo institucionalismo publicado por la revista Quivera de la Universidad Autónoma del Estado de México de enero-junio de 2016, los investigadores  Luis Alberto Rojas, Juan Roberto Calderón y Norma Angélica Oropeza mencionan que los problemas relacionados con el inadecuado manejo de los residuos repercuten en la dimensión ambiental, social y económica, razón por la que es considerado un problema multidimensional. 
“El cuidado del medio ambiente es una de las prioridades en el discurso político, sin embargo, ha resultado una tarea considerable debido a que el sector público no cuenta con los recursos técnicos y económicos suficientes (y agregaríamos actitud, ganas y disposición) para afrontar el problema, donde la sociedad ha sido un observador escasamente participante”. 
Esta situación, que antes solo se considerada ambiental, en la actualidad está afectando directamente las actividades económicas como el turismo y dan por ejemplo, a Bacalar, considerada como pueblo mágico y que presenta serios problemas respecto a la gestión de sus residuos sólidos.
Los expertos reiteran que la gestión Integral de residuos sólidos urbanos tiene que ser considerada como una parte integral de la gestión ambiental y que los pasos de esta gestión son reducción en la fuente, reúso, reciclaje, barrido, almacenamiento, recolección, transferencia, tratamiento y disposición final.
Quintana Roo enfrenta considerables problemas en materia ambiental y la responsabilidad de la gestión de estos recae en los municipios, los cuales frecuentemente no están preparados para enfrentar esta tarea, uno de ellos es Puerto Morelos, que en lugar de empezar bien ya que el municipio tiene apenas unos años, ha generado y generado basura, que muchas veces tiran en la carretera turística a la Ruta de los Cenotes.
Los gobiernos municipales pareciera que al igual que la administración estatal, carecen de coordinación con los diferentes actores como el sector empresarial y el sector social excusados en falta de leyes modernas y eficientes en cuanto a residuos sólidos, clasificación y reuso integral se refiere.
Esto se ve agravado porque cada tres años se cambian los ayuntamientos, lo que conduce por regla general a un cambios en el ámbito administrativo como en el técnico sin una ley estatal rectora.
No está demás recordar el fracaso del Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos en el Estado de Quintana Roo 2009 -2011, en cuya presentación se mencionaba que Quintana Roo es mundialmente conocido como uno de los estados con mayor riqueza natural impactada por la contaminación que cada día aumenta en su cantidad y volumen por el incremento de la población y del turismo  su principal actividad económica. 
Esto ha incrementado una problemática social, política y ambiental que poco o nada se ha avanzado en resolver en el gobierno de Carlos Joaquín González.
En septiembre de 2018 se presentó una nueva versión de Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos.
En este marco, el Premio Nobel de la Paz 2007, Rajendra Kumar Pachauri, hizo un exhorto a cambiar a nivel personal para preservar nuestro planeta. 
La nueva versión de ley tiene entre sus principales aportaciones el fortalecimiento del reciclaje, prohibición de bolsas de plástico, popotes y unicel, así como una gestión integral enfocada a una economía circular.
El Secretario de Ecología y Medio Ambiente, Alfredo Arellano, enfatizó en que Quintana Roo es un estado costero de los más jóvenes de este país y en ese sentido era necesario fomentar la cultura de la conservación. 
Expresó que la propuesta de ley es el resultado de acciones que se han emprendido como gobierno coordinado con los distintos sectores que han permitido consensar y participar en la construcción de los instrumentos normativos mediante la consulta a través de foros organizados en diversos municipios del Estado, peto nada se ha aterrizado.
La propuesta se entregó al presidente de la Gran Comisión de la XV Legislatura del Congreso del Estado, Eduardo Martínez Arcila, y ahí sigue pese a recomendaciones de un premio nobel y a las toneladas y toneladas de basura que se generan en Quintana Roo.