Cuida Diego Castañón salud de hombres
CANCÚN, QRoo, 1 de noviembre de 2019.- Desde muy temprano comenzaron a llegar deudos al panteón de Los Olivos, en Cancún, que parece que renace, como cada año.
El silencio sepulcral se convirtió en susurro, y de éste pasó al bullicio, a las canciones, a los recuerdos, al convite, porque en Quintana Roo, la ofrenda no dura hasta el 3 de noviembre:
Los guisos, la fruta, los alcoholes, el pan, todo se come y el sabroso pib, un tamal envuelto en hojas con especias y carne, que se hace en honor de muertos y deleita a vivos.
Muchos remozan las tumbas, otros solo llevan flores. Cada cual a su manera, pero todos con respeto y cariño, recuerdan a sus muertos.
El Ayuntamiento de Benito Juárez realizó trabajos de limpieza y ordenamiento, en las inmediaciones del cenenterio municipal.
Solo se pide que los visitantes no dejen basura ni pertenencias de valor en las lápidas para que no las roben, porque la delincuencia ha afectado también a muertos que descansan en Los Olivos.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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