Martes caluroso en Quintana Roo
CANCÚN, Quintana Roo, 5 de julio de 2024.- Aunque había llovido y se sentía viento, fue hasta las 4 horas de este viernes 5 de julio cuando el huracán Beryl empezó a mostrar sus fuertes efectos a los quintanarroenses.
En redes sociales, los noctámbulos se quejaban de que habían gastado en tablas y comestibles sin razón, pero el fenómeno empezó a mostrar su furia: vientos violentos y una lluvia descomunal a unas dos horas de que amanezca en Quintana Roo.
En su reporte más actualizado, el Centro Nacional de Huracanes de Miami, Florida, confirma los vientos con fuerza de huracán, esos que azotan en las ventanas y les hacen crujir.
Informa de marejada ciclónica peligrosa y fuertes lluvias que están comenzando a ocurrir a través de la Península de Yucatán dentro del área de aviso de huracán.
Recomienda que los residentes deben refugiarse en un lugar en el paso de estas condiciones que amenazan la vida.
Existe, dice el Centro Nacional de Huracanes un riesgo creciente de vientos fuertes, marejada ciclónica y fuertes chubascos.
Por los vientos, la lluvia impacta con demasiada fuerza las ventanas, que por dentro deja escurrir agua y crece el temor ante este huracán que ha devastado todo a su paso, sí, se siente miedo, como si las ventanas fueran a romperse y Beryl quisiera entrar a tu casa.
Esperan que pueda romper ventanas de un momento a otro.
Afuera, los árboles se mueven violentamente, algunos no resisten y se desploman.
En la oscuridad, el viento es tal que suenan en las calles sirenas de autos y hay rejas que la fuerza de Beryl ha abierto.
Un huracán se vive expectante, te hace reconocer que siempre la Naturaleza será más fuerte que tú y nada se puede hacer contra ella.
En el mejor de los casos, los quintanarroenses vivirán largas horas de angustia hasta que Beryl se vaya para poder salir y ver el recuento de los daños.
Su furia apenas empieza y nos esperan mínimo unas ocho horas de angustia.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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