Tulum, destino de humo y de cuentos

TULUM, QRoo, 29 de julio de 2019.- El cayado del rey usurpador se había convertido en serpiente, pero él rápidamente la integró a su equipo de trabajo, donde otras, más venenosas, no tardarían en devorarla. Las aguas del mar, antes azules y cristalinas, se habían transformado en un lodo entre café y rojizo. Una plaga de chapulines y ranas, sin ofender a los insectos ni animales, se había apoderado del reino y no había resquicio donde no ofrecieran -sin el menor pudor y con toda impunidad- sus productos malditos. Los zombies desaparecían personas, algunas mujeres y niños inocentes, mientras los únicos guardianes cubrían la acción de los malhechores. Poco a poco, la oscuridad invadió el paraíso… Y un espeso y asfixiante humo ahogó, como también lo hacía su gobierno, a todos los habitantes… Triste cuento, de esos que no distan mucho de la realidad.

En Tulum, la asfixiante humareda invade por las noches a toda la zona urbana y, contrario a lo que algunos piensan, no tiene su origen en los tristes incendios forestales de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, sino en cientos de pequeñas quemas, que muchos creen son fuente de sanciones económicas, permisos de construcción irregulares y extorsiones sin límite.

Hasta unos 60 reportes de incendios urbanos han sido denunciados al sur de la ciudad, tan solo en lo que va del mes de julio, y eso sin contar otras decenas de quemas nocturnas que ocurren prácticamente cada día del año, en las distintas zonas de invasiones.

Según el director de Protección Civil, Lucio Salvador, los incendios de todos los días ocurren por la lotificacion de terrenos que en el último año llevó, de una manera irregular, el Ejido Tulum, ya que la venta de predios en breña está prohibida por la Ley de Fraccionamientos del Gobierno de Quintana Roo, que señala que un terreno destinado a la vivienda debe contar con todos los servicios públicos.

Sin embargo no hay sanciones para el Ejido Tulum ni para la gente del poblado de Akumal donde se han otorgado precisamente terrenos en breña y las personas prefieren quemar para limpiar sus predios, en lugar de desmontarlos.

El humo en Tulum, al parecer, seguirá oliéndose, como en el cuento referido, quizá algunos años más.

Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.

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