Visión financiera
*La puerta de entrada
*Impuesto súper ricos y extrema pobreza
*¿Se tendrán los pantalones?
Mientras no seamos capaces de aplicar en el país una verdadera reforma hacendaria no estaremos en capacidad de avanzar estructuralmente en la solución a la pobreza y pobreza extrema que padecemos.
En la administración del Presidente López Obrador el asunto está finiquitado. No tuvo la visión de que ello era absolutamente indispensable y desaprovechó el margen de maniobra con el que se le concedió la presidencia del país.
No tiene las fichas necesarias ni pondrá en riesgo la posibilidad de que haya continuidad de su proyecto por impulsar una Reforma Fiscal realmente de fondo.
Ni la imagina siquiera.
De nada sirve que tenga expertos al lado o que pueda convocar al talento económico del país entero.
En este Gobierno Federal una sola persona toma decisiones.
Este país no sale adelante de sus pendientes estructurales si no recomponemos la política fiscal.
Oxfan México expone públicamente que hay en México 15 familias con una fortuna superior a los mil millones de dólares comenzando con el nombre que usted conoce bien: Carlos Slim.
El informe que publica el organismo mundial con una sede en México sostiene que “solamente Carlos Slim, el hombre más rico de México y de América Latina y el Caribe, concentra más riqueza que la mitad de la población mexicana y ha visto crecer su riqueza en 42 por ciento desde el principio de la pandemia, un monto equivalente a un millón de dolares por hora”.
Y hay que tener cuidado. El asunto no radica en satanizar a quienes hacen fortunas legales sí pensar si el esquema fiscal al que se acojen es el correcto o se puede y por supuesto debe incrementar la contribución fiscal de estas afortunados en atención a poder disminuir la pobreza y la pobreza extrema que aqueja al país.
El estudio señala en otra parte del documento lo siguiente: “las personas contribuyentes con ingresos arriba de 500 millones de pesos anuales apenas representaron 0.03 por ciento de la recaudación total de impuestos. Además, las grandes empresas pagaban hasta 2021 unas tasas efectivas de ISR de entre el 1 y 8 por ciento del total de sus ingresos, muy por debajo de 30 por ciento que establece la ley. Cuando los súper ricos no pagan, pagamos nosotros.“
Y cierro la valoración inicial con otra cita del documento: “sin corrupción, el dinero público no alcanza: por cada 100 pesos que produce la economía mexicana, el gobierno mexicano a todos los niveles apenas logró recaudar a través de impuestos 17.8 pesos, muy por debajo incluso del promedio latinoamericano. La mayor parte de los pocos impuestos que se pagan en México son sobre el consumo, los ingresos personales, la seguridad social y la nómina.
“Destaca lo poco que se recauda de impuestos a la riqueza en México, que ocupa la última posición entre las grandes economías de América Latina y el Caribe por recaudación de impuestos a la riqueza, con un monto que apenas alcanza el equivalente al 0.34% del PIB frente al promedio latinoamericano de 2.57 por ciento.
“Un impuesto federal a las grandes fortunas permitiría recaudar hasta 270 mil millones de pesos anuales.
“Esto sería suficiente, por ejemplo, para incrementar el actual gasto en salud pública federal en casi 40 por ciento o para multiplicar en 17 veces el actual gasto federal en protección ambiental“.
El problema es mundial pero no podemos permitir que porque sea mundial deba de consentirse mantenerlo en México y más aún, el observarlo como normal. Es indispensable analizar el problema desde otro ángulo, lo que permitiría atender nuestros rezagos sociales más relevantes y estar en la posibilidad de reponerlos.
En México merecemos una política de salud universal, que atienda a todos por igual y que esta atención sea gratuita.
Merecemos aplicar un seguro de desempleo y por supuesto cambios sustanciales en materia educativa para sentar las bases correctas del México del mañana, justo, honesto, equitativo.
México no puede ser más una nación en la que poco más de 50 por ciento de la población viva en alguna condición de pobreza.
Insostenible que tengamos un país con lo generoso que ha sido este territorio donde quien haya nacido en una condición de limitantes muera en esas mismas condiciones mientras que sea improbable que alguien quien haya nacido en condiciones de riqueza extrema muera en condiciones diferentes.
En México, quien nace en condiciones de pobreza muere en ellas, y quien nace en un contexto de riqueza muy seguramente habrá de morir en ese mismo parámetro.
El México del mañana que todos queremos tiene una puerta de entrada y esa es una Reforma Hacendaria a fondo.
La Oxfam México pone el dedo en ese renglón como muchos otros organismos académicos o profesionales lo han hecho en el pasado, como muchos otros profesionales en lo individual lo han planteado.
El México que soñamos tiene una puerta de entrada.
Ya veremos si la razón se acompaña con los tamaños necesarios para hacerla realidad.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo
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