Visión financiera
Todo indica que Estados Unidos presentará una recesión en alguna parte del año en curso, aunque los indicadores económicos de la Unión americana desconciertan.
La semana antepasada el Grupo JP Morgan anotaba en 70 por ciento la probabilidad de que se diera en este año y ahora los especialistas la anotan en 25 po ciento. ¿Qué fue lo que sucedió?
Sucedió que la economía de Estados Unidos arrojó el dato del empleo durante enero con un nivel que supera a todos los meses de enero en los pasados 54 años. Nunca antes se había dado un dato de generación de fuentes de empleo tan robusto como el de enero del 2023 con un total de 517 mil trabajos creados. Los analistas más expertos en Estados Unidos habían pronosticado una creación de 188 mil.
El asunto no es poco importante y ha puesto las alertas en la academia económica del mundo. ¿Es posible pensar en que una economía se encamine, se dirija hacia una recesión y en el camino siga generando trabajo a ritmos de comparativas de dimensiones históricas? El asunto puede ser motivo de análisis mientras se sigan presentando otros indicadores que confirmen que efectivamente hay en marcha un proceso de desaceleración económica, que no coincide con el dato de creación de empleos.
Y en el medio está México esperando con paciencia si es que habrá recesión del vecino del norte y cómo nos va a afectar, porque de que nos va a afectar lo hará sin duda.
El dato de fuerte creación de empleos pudiera tener relación con las administraciones del presidente Trump y ahora la del presidente Biden que en su oportunidad invirtieron muy fuerte con el propósito de evitar la recesión provocada por la pandemia.
No solo Estados Unidos invirtió una gran cantidad de dinero en apuntalar a la economía durante la pandemia y en meses posteriores a ella. La mayor parte de los países desarrollados lo hicieron.
En el caso de los Estados Unidos tanto por la vía monetaria como por la de recursos fiscales, las dos administraciones, la de Trump y la de Biden invirtieron un dineral.
La Reserva Federal bajó las tasas de interés a niveles de entre 0 y 0.25 por ciento, abaratando de manera radical el costo del dinero en la Unión americana. También realizó la compra de papeles de deuda a intermediarios financieros norteamericanos y con ello inyectando recursos a la economía. Por el lado de los recursos fiscales se destinaron apoyos directos a las familias mediante la entrega de cheques semanales que agregaron liquidez a la economía.
El total de recursos invertidos estuvo cercano al 25 por ciento del PIB. Nunca en la economía más fuerte del mundo se habían destinado tantos recursos a evitar una depresión económica pasando por la recesión cuando no se alcanzaba a distinguir la duración y profundidad del daño económico realizado por la Pandemia.
Gran parte de ese proceso puede explicar el por qué con relativa facilidad los mexicanos residentes en Estados Unidos multiplicaron sus envíos hacia nuestro país. Hubo más liquidez en la economía vecina, sobró trabajo y los salarios aumentaron.
De hecho el Cemla, el Centro de estudios monetarios latinoamericanos, dio a conocer sus cálculos respecto al ingreso de los mexicanos en Estados Unidos, la cantidad de trabajo, la masa salarial que recibieron el año pasado y cuanto en términos proporcionales mandaron de sus ingresos a su país, familiares o amigos.
Si juntáramos todos los salarios de los trabajadores mexicanos en la Unión americana, según los estudios del Cemla, tendríamos una cantidad equivalente a los 319 mil 914 millones de dólares, lo que significaría un recurso, trasladado a pesos mexicanos y tomando como promedio una paridad de 19.50 pesos por dólar, de 6 billones 240 mil millones de pesos. Esta cantidad sería 13 por ciento menor a la cantidad de recursos presupuestarios a obtener durante 2023 según lo marca la ley de ingresos correspondiente.
En promedio, las remuneraciones anuales pasaron a ser de 43 mil 344 dólares para todos y cada uno de los 7 millones 381 mil mexicanos empleados en la Unión Americana que enviaron en promedio, cada mes un porcentaje de 17.5 por ciento de sus ingresos a nuestro territorio nacional.
El 95.5 por ciento de las remesas que recibe nuestro país las recibe precisamente de Estados Unidos.
Dando a usted estos datos queda más claro que si la economía de Estados Unidos enfrentará este año una recesión, indudablemente los mexicanos que allá trabajan reducirán aunque sea temporalmente sus envíos hacia territorio nacional y la recesión afamada y en vísperas de llegar no solo implicará el tener menor actividad vinculada con EU sino también menores recursos enviados de los mexicanos a sus compatriotas y familiares.
Ya llegarán los datos para corroborarlo. La duda está radicado en qué parte del año la famosa recesión hará claro su ingreso a la economía de Estados Unidos.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo
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