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Toma y daca de la relación México-Estados Unidos
* Cheque en blanco
Inicia el circo. Los mexicanos, simpatizantes o no del Movimiento de Regeneración Nacional, tenemos ahora en qué entretenernos.
No importa que los aspirantes a suceder a AMLO trasgredan las leyes electorales porque señalan los letrados en esos temas que lo que ha iniciado Morena no solo es ilegal sino inconstitucional.
Ya saben que a alguien no le gusta eso de que “la Ley es la Ley”.
Seremos testigos de una lucha infernal entre quienes desean ocupar la Presidencia a partir del año entrante entre esa familia amplísima y disfuncional que es Morena. Mientras, la oposición duerme.
Quedará atrás lo que resulta fundamental en la problemática del país.
Los problemas estructurales más importantes de la nación podrán guardar otros tiempos para su atención.
Si bien nos va, conoceremos lo que los aspirantes Morenos piensan en materia educativa, de distribución del ingreso, fórmula para combatir con eficiencia la calamidad de la pobreza, cómo dinamizar a las regiones del país más atrasadas, qué harían en materia educativa, qué papel jugará la ciencia y el desarrollo tecnológico en sus planes de gobierno.
Tendrán cuidado de no irritar al elector mayor, quien finalmente en su papel protagónico y principalísimo determinará quién será digno de sucederle.
El resto de los mexicanos no habremos de contar.
Aquí decide solo una persona.
Y los problemas estarán ahí, sin duda, esperándonos y extremándose.
Ahora sabemos que no basta que el salario mínimo se haya incrementado más de 253.4% en la frontera norte y en el resto del país 134% en la presente administración siendo la inflación oficial de 24.3% entre diciembre de 2018 y mayo de 2023.
El grueso de los trabajadores en México no pudieron salir de la pobreza a pesar de que al momento se supone que tenemos el índice más bajo de población en desempleo que la teoría marca como pleno empleo.
El nivel de pobreza aumentó entre 2018 y 2020 de 41.9% a 43.9%.
El ejército de pobres es de 55.7 millones y en pobreza extrema, datos del Coneval, hay 10.8 millones al menos.
No lo señalo pretendiendo culpar al Presidente y a su equipo de colaboradores.
Señalar su ineptitud no ayuda a resolver los pendientes.
Tampoco es prudente olvidar que se nos atravesó la pandemia y que el Gobierno tampoco fue brillante para enfrentarla.
Los datos están ahí para encontrar respuestas en los siguientes años.
La pobreza alimentaria (no poder adquirir dos canastas alimentarias básicas con el salario del que se dispone) crece.
El 46% de quienes trabajan para medianas o grandes empresas carecen de salario suficiente para adquirir las canastas alimentarias mencionadas.
El desempleo no es de 2.7% al primer trimestre del año sin que la cifra reconozca que hay 1.6 millones de desocupados pero también 5.4 millones de mexicanos o mexicanas en disponibilidad de trabajar y 13.7 millones de mujeres que no pueden trabajar porque están desarrollando en casa labores de cuidado de bebés, niños, padres o abuelos.
El desempleo real puede estar cercano al 11% sin tomar en cuenta que la mayor parte de ellos no disfrutan de un salario que les permita salir de la pobreza en caso de encontrarse en ese nivel.
Nos hemos dado cuenta que la voluntad del Presidente para recomponer el salario mínimo no ofreció los resultados que se buscan y que debemos aderezar esa voluntad con otras políticas públicas relacionadas con la capacitación para acceder a mejores trabajos con mayores salarios, incremento en la productividad, servicios médicos de buena calidad agregados como política social para todas las familias, buena educación gratuita en todo el país, promoción regional para propiciar mayor inversión tanto privada nacional como extranjera, procesos de investigación en ciencia y tecnología, y todo esto arropado con una Reforma Hacendaria que imponga mayor peso de recaudación a las grandes empresas y a los contribuyentes con mayores ingresos.
No hemos conseguido abatir la inequidad en la distribución del ingreso ni hemos sentado las bases para un futuro prometedor para las familias mexicanas y las nuevas generaciones comenzando con la seguridad que arroja saldos rojos de escándalo mundial.
Eso de los abrazos, no balazos solo acabó tolerando y fomentando las acciones criminales que el gobierno ha sido incapaz de enfrentar.
Los problemas están ahí, aún, por más que los candidatos sonrían simulando un futuro innegablemente próspero y esperanzador.
Ojalá en la madurez que nos exige tener una posición crítica ante la realidad que vivimos a diario seamos capaces de exigir a quienes aspiran gobernar México en años por venir planteamientos serios de estrategias públicas que hagan sentido para el país.
No concedamos ya otro cheque en blanco.
No más.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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