![](https://quintanaroo.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/emilio-ulloa-1-107x70.jpg)
Las remesas de mexicanos en Estados Unidos
Bueno pero insuficiente
No se pudo abatir la pobreza de una manera consistente en la administración López Obradorista. Hizo un muy buen esfuerzo al incrementar el salario mínimo 353.4 por ciento en la zona de la frontera entre 2019 y 2023 y de 234.6 por ciento en el resto del país.
Pero la pobreza no bajó, no lo hizo al menos significativamente. La medición de pobreza en el país la realiza el Coneval cada dos años y cada 5 a nivel municipal.
Los datos más recientes no acusan avances. Población en pobreza en 2016: 43.2 millones de mexicanos, 41.9 millones en 2018 y 43.9 millones en 2020. Pobreza extrema de 7.2 millones en 2018,7 millones en 2020 y 8.5 millones en 2022.
Pobreza en los estados: entre 2018 y 2020, ocho entidades presentaron aumentos de pobreza significativos y solo uno, Colima, tuvo favorables avances importantes.
Sin cambios en 23 entidades. Pobreza extrema entre 2018 y 2020: sin cambios en 20 estados y aumentos significativos en 12 estados, Coahuila, Nuevo León, Baja California Sur, Aguascalientes, Querétaro, Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Yucatán y Quintana Roo.
Servicios de salud en el país reflejó 18.8 millones sin estos servicios en 2016; 20.1 millones en 2018, y 35.7 millones en 2020.
Sin seguridad social, 65.4 millones en 2016; 66.2 millones, en 2018, y 66 millones, en 2020. La pandemia, de la que no fue responsable el Gobierno mexicano, tuvo mucho que ver, pero la manera en que se decidió atender la emergencia sanitaria también influyó en los resultados obtenidos.
Lo más lógico es pensar que los datos correspondientes a 2022 ofrezcan ciertos avances pero que el reto siga siendo mayúsculo y lo avanzado indique que las políticas sociales no resultaron eficientes en los terrenos que se procuraba. México, país con una riqueza importante, sigue siendo un país inconcebiblemente caracterizado por la pobreza de su población.
Y lo venimos siendo desde hace muchas décadas para no hablar de milenios. Referencias históricas señalan que el Presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940 como Presidente) consultó a un despacho internacional para tratar de encontrar las vías de solución a una injusta distribución del ingreso.
Si usted se sorprende de que ya por aquella época veníamos arrastrando esa inequidad social, más habrá de sorprenderle el dato de que en 1804, hace 219 años, Alexander Von Humboldt, en su Ensayo Político y Social de la Nueva España, señaló que luego de recorrer gran parte del mundo la más espantosa desigualdad que alcanzó a apreciar fue en la Nueva España. Ya desde entonces éramos un territorio en el que reinaba la desigualdad.
No es un fenómeno social inherente al capitalismo ni debemos de consentirlo sin duda. Tampoco es posible pensar que en un sexenio habrá un Presidente que sea capaz de revertirlo en definitiva. No lo pudo hacer al menos López Obrador, que no me queda claro si siquiera tuvo la intención de hacerlo porque las bases para derrotar progresivamente la inequidad no pudo establecerlas, lo que permite pensar que sus colaboradores no pudieron o quisieron plantear las bases para la atención de esta calamidad.
Vienen ya momentos decididamente políticos y tendremos a casi los mismos personajes tratando de establecer diagnósticos transparentes y medidas milagrosas para acabar con nuestros problemas. El caso más grave lo tenemos en la seguridad y el respeto al marco del Derecho.
Pero indudablemente despuesito está la inequidad en la distribución del ingreso que requiere de una reforma hacendaria valientemente progresiva y de líneas e instituciones que en el tiempo sean capaces de ir danto los resultados que del esfuerzo se esperan.
Finlandia, hoy una de las naciones más equitativas o menos inequitativas del mundo, fue en su momento, hace aproximadamente cien años atrás, una nación con tanta inequidad como la que presentaba México. Y lo lograron.
Falta que quien gane lo procure, lo diagnostique bien y ejerza los cambios que se requieren. Se necesita claridad en el diagnóstico, variedad en la medicina y dos pelotas bien puestas para aplicar acciones que den resultado en el tiempo.
Este gobierno intentó, hizo algún esfuerzo, pero fue insuficiente.
Las opiniones y conclusiones expresadas en la columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
Síguenos en Facebook, Twitter, Threads, WhatsApp, Telegram, TikTok, Instagram, YouTube