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Las remesas de mexicanos en Estados Unidos
* ¿Llamaradas de petate?
Hemos convertido a los pobres de este país en rehenes en el enfrentamiento de quienes apoyan la llamada “cuarta transformación” y quienes la califican como “transformación de cuarta…”
Y la verdad es que el tema es muy delicado como para utilizar las cifras con el ánimo de apoyar lo realizado por el Gobierno Federal o bien para descalificar sus logros. Si los datos del Inegi que tomó como base el Coneval para hacer su reporte de pobreza, pobreza extrema y las carencias sociales reportan una disminución en ese reto social, qué bueno.
Pero no es el tema si las cifras de limitaciones sociales o ingreso son suficientes para millones de mexicanos y mexicanas en millones de hogares resultan satisfactorias sino si lo que se avanza en la materia es sólido.
El tema de fondo es si estamos derrotando estructuralmente a esas condiciones sociales. ¿Estamos avanzando con solidez en la reducción de pobres y pobres extremos en México o se trata de un avance coyuntural que se venga abajo con un problema internacional o nacional no esperado? (se dice cisne negro al surgimiento de una situación no esperada que pone en riesgo la estabilidad política o social en una nación como fue el caso de una Pandemia o una crisis financiera similar a la del año 2000 o la crisis internacional de 2008).
El tema es que tenemos que avanzar en el combate de la desigualdad y pobreza de una manera estructural para conseguir que lo que se obtenga como resultado favorable en estos renglones no retroceda rápidamente con algún cisne negro. Que el retroceso de la pobreza o pobreza extrema no sea frágil, inconsistente.
Vamos a ver las cifras de la pobreza.
La pobreza extrema en 2022 está ubicada en 7.1 por ciento de la población mexicana. Retrocede de un porcentaje de 8.5 en 2020. El avance es relevante. Pero vale la pena ir más allá. En 2018 era de 7 por ciento y en 2016 de 7 por ciento. O sea que hoy en términos porcentuales tenemos tantos pobres extremos como los que teníamos en 2016 y 2018. En términos de números de mexicanos y mexicanas en pobreza extrema, hoy hay más pobres porque la población en 2018 era de 124 millones y en 2016 de 121.5 millones.
Insisto que no se trata de tomar las cifras para denostar lo realizado por el actual gobierno mexicano. Se trata de ser honestos y ver la dimensión real del problema y de los avances o retrocesos en el combate a esas calamidades y vulnerabilidades de la población.
La reducción en la pobreza en la actual administración, aceptando las cifras de Coneval deriva de varios factores: se tiene más trabajo. En relación al número de trabajadores inscritos ante el IMSS en noviembre de 2018 la cifra fue de 20 millones 457 mil 926 mexicanos. En diciembre de 2022 se alcanzó la cantidad de 21 millones 372 mil 896. La diferencia es de 914 mil 970 empleos REGISTRADOS ANTE EL IMSS. Promedio de 228 mil 742 empleos creados por año. La generación de empleo no puede dejarnos satisfechos, aunque ese es otro asunto.
Desde luego que también habrá influido en la reducción de la pobreza y pobreza extrema el que el gobierno haya invertido grandes recursos en el apoyo a la población beneficiada por sus políticas sociales. Tomemos tan solo el programa de apoyo a los adultos mayores. Entre los años 2019 y 2022 el total de la derrama presupuestal en apoyar a nuestros avanzados en edad ascendió a un billón 204 mil millones de pesos. Cuentan esos recursos, sin duda.
Otro de los factores que seguramente influyeron en la reducción de las pobrezas fue el incremento al salario mínimo tanto general como en la frontera. En términos nominales, el incremento de este factor fue de 253 por ciento en la franja fronteriza y de 134 por ciento en el resto del país. No es válido regatear al Presidente su voluntad para recomponer el poder adquisitivo del salario mínimo.
Otro factor, muy importante en el logro de combatir la pobreza es el de las remesas. Entre diciembre del 2018 y diciembre del 2022 el país recibió remesas por un total de 190 mil 455 millones de dólares. Esto, en una multiplicación arbitraria llevando esos dólares, solo para tener un referente, a la paridad actual daría como cifra una cantidad superior a los 3 billones 375 mil millones de pesos, aunque en realidad la cantidad se incrementaría sustancialmente tomando en cuenta que las paridades fueron dispares en todos los años y que hacemos la multiplicación tomando la paridad actual que es la más baja en todo el sexenio.
Estos son los factores que seguramente influyeron en la reducción de la pobreza y pobreza extrema. Lo que verdaderamente es un desastre es el retroceso que enfrentó México en materia de educación y salud, sobre todo la segunda.
La vulnerabilidad en materia de salud es la que mejor fotografía el desastre en un área que resulta fundamental para las familias. El resultado arroja que el 39.1 por ciento de la población en el país presentó carencias en el servicio de salud al término del año pasado. El porcentaje es el mayor desde 2016 al menos. En 2016 esa carencia la padecían el 15.6 por ciento de los mexicanos; en 2018, 16.2 por ciento; en 2020, 28.2 por ciento, y en 2022, 39.1 por ciento.
Esta es la carencia que puede significar para las familias un gasto catastrófico que implique endeudamiento y compromiso de pago en varios años. Este es la carencia que se apunta en el renglón en el que el Presidente del país ha comprometido un sistema de salud tan bueno o mejor que el que existe en Dinamarca. Una promesa que más que chiste refleja el cinismo de la mentira oficial y el descaro en el ejercicio de las políticas públicas de la actual gestión administrativa federal.
El tema de la pobreza y pobreza extrema es algo que debemos de atender con preocupación y responsabilidad. Independientemente de qué partido gane en las elecciones de 2024 en la búsqueda del relevo del actual Presidente, debemos diseñar y ejercer una estrategia responsable que garantice que el problema de la desigualdad y las pobrezas, extremas y moderadas sean solucionados de manera estructural.
No nos sirven “llamaradas de petate”. No aceptemos esos resultados.
Las opiniones y conclusiones expresadas en la columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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