
Descomplicado
Andrés y las enaguas de Claudia
Termina AMLO su gobierno como lo inició.
En 2018 aún como Presidente electo y basado en una encuesta de muy dudosa metodología fundamentó su decisión de cancelar el Aeropuerto de la CDMX en Texcoco lo que anunció el 3 de enero de 2019.
Ahora termina su gestión con el levantamiento de encuestas en las que se pretende fundamentar los cambios constitucionales que transformarán a la Suprema Corte de Justicia.
No requeriría ésta última consulta. El margen con el que Morena triunfo en las urnas el pasado 2 de junio le concede amplia facultad para decir qué se hace sin tener que explicar por qué lo hace.
Lo va a hacer llueve o relampaguee. La simulación de la consulta es un insulto a la inteligencia y un recurso fatuo.
Esos cambios no buscan mejorar la impartición de justicia en el país, lo que es un requisito imperante; buscan minar la posibilidad de que un Poder, el único que queda de pie, no se atreva a contravenir las decisiones que otro, el Ejecutivo, ejerza. Así de simple.
No importa lo que piensen otros factores de poder como el financiero externo.
Pero hay una cuestión de forma que acaba siendo de fondo. El Presidente decide echar por delante a Claudia que aún sin el reconocimiento legal de Presidenta electa explica las consultas, informa cuándo serán conocidos los resultados y además adelanta su convencimiento de que los cambios no sólo se justifican sino resultan prudentes.
El Mandatario se resguarda en las enaguas de Claudia y le pone a encabezar la estrategia. Como para que no quede duda que Claudia es la continuidad de Andrés, de quien sigue instrucciones.
Ella decide repetir el diagnóstico de que la economía está bien aunque debe de saber en qué condiciones va a iniciar su gobierno. La volatilidad no es porque se tema que la economía se desmorone sino porque no habrá diques que contengan la arbitrariedad posible de un régimen autoritario.
No va a decir Claudia lo que le habrá enterado su próximo Secretario de Hacienda: si bien no hay elementos para afirmar que hay una crisis económica, no hay margen para errores en la materia.
Sobre la mesa están demasiados factores macroeconómicos que pudieran, cualquiera de ellos, trastornar el breve equilibrio que se tiene en la economía.
Comenzando con un déficit fiscal que tendría que atenderse ya a partir del 2025 con el supuesto compromiso de reducir en 50 por ciento ese faltante en el que se incurrió en el año de elecciones. Si no hay más ingresos fiscales el PIB del 2025 será muy menor cuando no incluso de signo negativo.
Pero es imperante reconocer, además, que en terapia intensiva se tiene al paciente más grave: Pemex. La empresa petrolera representa un compromiso superior al de la deuda del Gobierno Mexicano (adeudos superiores a los 100 mil millones de dólares) más los compromisos no atendidos a sus proveedores y que superan ligeramente los 22 mil millones de dólares.
Si no atinamos a diseñar una estrategia creíble y sostenible en la petrolera capaz de obtener de la comunidad financiera internacional el beneficio de la duda, Pemex propiciará que México pueda perder el grado de inversión del que disfruta desde el año 2000. La empresa requiere una fuerte reingeniería que recomponga su modelo de negocio para que no se crea que será un paciente que sangre otros seis años el erario Federal sin capacidad de ir avanzando en su saneamiento.
A Pemex se le invirtió más de un billón de pesos sin que su realidad o signos vitales cambiaran sustancialmente.
Y entonces, sobre las consecuencias que ello implicará, Pemex más los cambios estructurales más un espacio fiscal casi nulo, comprenderemos que eso de que la economía está bien era una sentencia insostenible por lo frágil de su sustento.
No estamos, indudablemente en un escenario crítico, pero no operar con eficiencia las variables más delicadas de nuestra realidad económica y política nacional puede derivar en una descomposición de un equilibrio reducido y en inicio de la caída de la torre de naipes sobre la que se operará el inicio de un nuevo sexenio.
Y conste que aquí lo anotamos.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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