Vivir en pesadilla
Momentos críticos y definitorios
Vive el país momentos muy delicados y ciertamente definitorios de lo que habrá de suceder en los siguientes meses. Por un lado el choque de locomotoras comienza a producirse en un contexto coyuntural en el que los equipos económicos del gobierno preparan lo que serán las iniciativas de Ley de Ingresos y Egresos de la Federación para el ejercicio del 2025.
Para comenzar con lo segundo se sabe que la coherencia en el documento, la congruencia en las líneas financieras de los presupuestos para el año entrante será decisiva para que nuestro país mantenga por más años el grado de inversión, al menos por el año entrante y en los períodos sucesivos.
Es delicado el proceso sobre todo porque hay espacios fiscales muy reducidos para el primer año de gobierno de la Presidente. Hay que cumplir muchos compromisos y los ingresos que pudieran obtenerse en un año en el que se crecerá muy poco no serán suficientes para cubrir lo comprometido. Por si no fuera poco lo que se tiene que conceder en las ventanillas de la Política Social, habrá que reducir el déficit fiscal con el que se recibió la tesorería al menos a la mitad (-5.9 por ciento teórico a 3.5 por ciento).
Todo ello sin más ingresos fiscales porque la Presidenta determinó como no necesaria la aplicación de una reforma fiscal que le proveyera de más recursos.
Un 2025 en el que el desempeño viene de un año malo (crecimiento inferior a uno por ciento según algunas empresas consultoras para 2024), con un recorte presupuestal para reducir el déficit del que se parte, generará un desempeño muy acotado que puede ocasionar incluso un desempeño recesivo, es decir, que en lugar de que se crezca en el país el resultado sea de corte negativo, que la economía genere una riqueza inferior a la que pudo generarse en el 2024.
Un país que no crece implica para el gobierno ver reducidos sus ingresos fiscales en un contexto en donde se siguen agregando compromisos sociales. Viene en el 2025 la repartición de recursos como apoyo social ahora a mujeres entre edades de 63 y 64 años y el inicio de apoyos a estudiantes de planteles educativos públicos.
Para acabarla de complicar hay fuertes rumores en el sentido de que el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O preparará los documentos estratégicos que deben de entregarse el 15 de noviembre y estaría después en la posibilidad de presentar su renuncia al cargo lo que pudiera ser muy mal interpretado por la comunidad empresarial en el país y por la comunidad financiera internacional.
Surgieron versiones que indicaron que el titular de Hacienda había ya presentado su renuncia ante la imposibilidad de poder llamar a su entorno a funcionarios que le ayudaran a afrontar el reto que le espera el año entrante.
Con el presidente Andrés Manuel López Obrador nunca se le permitió nombrar a sus colaboradores cercanos. López Obrador le sembró a todos los funcionarios que le rodeaban algunos de los cuales no tenían ni la menor idea de las responsabilidades que implicaban los cargos encargados.
Ramírez de la O no tuvo ni gente cercana con conocimiento de las responsabilidades ni tampoco en la parte final del sexenio un apoyo relevante de Gabriel Yorio, el subsecretario que presentó su renuncia en la Secretaría de Hacienda y que ahora tiene la función como vicepresidente de Administración Y Finanzas del BID, Banco Interamericano de Desarrollo. Dicen que, presumiblemente Yorio habría realizado labores de su promoción lo que le ocasionó roces con su jefe en Hacienda. De ahí su salida como Subsecretario.
Se supone que Ramírez de la O ya había hablado con la Presidenta para plantearle su salida del cargo ante la imposibilidad de contar con funcionarios que realmente respondieran al perfil que él buscaba y que nunca le han dado la oportunidad de que ello suceda. Las versiones más confiables aseguran que con la Presidenta llegó al acuerdo que tan pronto terminen las elecciones en la Unión Americana se le permitirá incorporar en su entorno a las personas de su confianza.
Ojalá así suceda. Un retiro de este funcionario al inicio de un nuevo gobierno con muy escaso margen de maniobra es una muy mala señal.
De por sí las empresas calificadoras de riesgo crediticio analizarán con lupa digital los documentos económico financieros con que el gobierno Federal pretende manejar el país el año 2025 para analizar si la propuesta hace sentido y es viable. Agregar el componente de la renuncia por diferencias complicaría el resultado de la valoración de las calificadoras.
Todo lo anterior sin perder de visa el choque de locomotoras que ya está en curso. El Poder Judicial dinamitado desde el Poder Ejecutivo y el Legislativo se resiste al cambio por la manera en que la Reforma fue implementada y en desacato a lo que los jueces determinan como defensa de la Constitución el actual gobierno apunta sus baterías al desconocimiento a lo dispuesto por este poder en su defensa. Esa crisis constitucional, inédita en el país es otro de los elementos que no contribuirán a que el año que está por iniciarse sea tranquilo y sin sobresaltos.
Ojalá estemos completamente equivocados.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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