Universo Pyme

Lo entenderán las nuevas generaciones ahora que se aproximan las épocas de las posadas. La fiesta navideña tradicional mexicana incluye el rompimiento de la piñata y la posibilidad de tomar la mayor cantidad de frutas, dulces, juguetes o incluso hasta el dinero, puesto en la olla cuando se rompe la piñata.

Ya conocemos la modalidad si se extiende la práctica a las relaciones diplomáticas entre México y su vecino del norte. Nos la aplicó Donald Trump en la primera ocasión en que llegó a la Presidencia.

Pero ahora llegó un Trump recargado. Diríamos en México que llegó con el carro completo o con el cheque en blanco y con mayoría en los cuerpos legislativos, lo que le da la ventaja de casi garantizar que cualquier barbaridad que se le ocurra podrá ser una realidad en la Unión Americana.

Sabemos que el poder absoluto produce aberraciones mayúsculas. Esa película la estamos viviendo.

En la primera ocasión en que llegó a la Presidencia Trump amagó con romper la presencia de Estados Unidos en el Nafta al que calificó como el peor acuerdo comercial jamás firmado por su país. Incluso se supo que el documento que anunciaba la salida de la Unión Americana de tal acuerdo con Canadá y México se lo escondían para evitar que acabara firmándolo.

El nuevo acuerdo comercial que surgió del Nafta en su proceso de renegociación se convirtió a los ojos del Presidente Trump en el “mejor acuerdo jamás firmado”. Qué le digo.

El caso es que el mandatario norteamericano amagará seguro con la salida de Estados Unidos y condicionará su presencia a temas como la migración, el cuidado de su frontera que continuará con la construcción de un muro que atribuirá en su pago a México.

Condicionará su permanencia a que pongamos orden en el asunto del narcotráfico como si fuera toda nuestra responsabilidad el que sus jóvenes fallezcan por el consumo irresponsable del fentanilo y a que le pongamos obstáculos a productos, autos, partes de autos e incluso inversiones de China.

Ya nos la cantó por supuesto

El acuerdo comercial no sólo beneficia a México. También juega un papel de relevancia notoria en la economía de Estados Unidos y de Canadá por supuesto.

En Estados Unidos explica al menos 6 millones de buenos empleos con buenos salarios y para México un tanto más de posiciones productivas relevantes.

¿Pudiéramos hacer más? claro que el acuerdo se puede mejorar. También se le puede meter la mano para joderlo.

En 1994, primer año de aplicación del Nafta el intercambio bilateral de mercancías México-EU fue de 100 mil 336 mdd. El balance resultó superavitario para la Unión Americana con una cantidad de mil 349 mdd. Fue el único año en el que EU consiguió saldo a favor. A partir de 1995 todos los años el superavitario ha sido en favor de México.

Desde 1994 a la fecha del comercio durante el 2023, el intercambio de mercancías ha experimentado un incremento de 695 por ciento.

En 2023, la suma de intercambio entre las dos naciones sumó 797 mil y al mes de septiembre de 2024 la suma de comercio supera los 632 mil mdd.

Y pudiera ser aún mayor si estuviéramos dispuestos a pensar como región en lugar de seguir planteando las cosas como la articulación de un acuerdo comercial con tres visiones individuales. Dos naciones gobernadas por dos visiones proteccionistas no ayuda a conformar visiones más amplias que permitieran acuerdos de políticas públicas comunes en algunos rubros como la energía, la producción de componentes estratégicos y la renovación del terreno energético.

Trump va a amenazar a México conociendo el valor que tiene para nuestra economía el Temec aunque no es menor para la economía de su país, pero eso nunca habrá de reconocerlo públicamente.

Debemos prepararnos no para convencerlo de lo contrario sino de planchar con los sectores que más defienden el acuerdo para plantear una defensa común entre las comunidades empresariales y laborales involucradas o más involucradas en el acuerdo comercial.

A Trump nunca lo haremos cambiar de punto de vista; es un republicano populista arraigado en sus visiones del Estados Unidos de los años cincuenta y sesenta cuando en aquel entonces solo los chicharrones gringos tronaban.

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Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.

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