Visión Financiera/Georgina Howard
Optimismo sin valor
Sabíamos que el 2025 sería un año complicado sin duda. AMLO le dejó sobre la mesa a la Presidenta un complejo escenario que si bien no es imposible de atender, sí representa mucha complejidad que la mandataria ha determinado enfrentar con sacrificios.
Nadie puede decirse sorprendido. Estábamos enterados, desde antes de que se planteara oficial y públicamente el paquete económico para el año entrante, que las cosas no serían fáciles.
Pero a como entregan el paquete de estrategias y deseos en sus números básicos, podemos anticipar un año con muy probable resultado negativo, es decir, una recesión que si bien podría no ser profunda o extendida en el tiempo (como el primer año de AMLO en el poder), si represente como resultado último un decrecimiento económico.
El Gobierno, cierto, no puede ser pesimista y menos de manera pública, abierta. Plantea un crecimiento de 2 a 3 por ciento que es prácticamente imposible que se logre. Además hay variables importantes que se marcan a sabiendas de que no se van a poder conseguir.
Cito el ejemplo del precio del dólar en promedio a lo largo del año en un $18.50 inconcebible por varios factores que comienzan con reconocer que hoy el dólar cuesta cerca de $20.40 pesos y que desde una semana previa a las elecciones en Estados Unidos esa variable es imposible de vaticinar porque es Donald Trump y su impredecibilidad el que con sus declaraciones y promesas, proyectos y amenazas hace que la paridad baile al son de ese empresario político convertido nuevamente en Presidente de la Unión Americana.
Trump va a atacarnos desde varios frentes y debemos de saberlo y conocer desde ahora las consecuencias que ello arrojará.Entre ellas un dólar que suba y baje constantemente.
Pero no nos concentremos solo en eso. La inflación de 3.5% parece desconocer variables externas que pudieran incidir en ese resultado sobre las que no tenemos capacidad alguna de influir como pueden ser las impredecibles contingencias ambientales -sequía, inundaciones, huracanes, danas o comportamientos extremos en las temperaturas- que marcan pautas y pueden reducir producción de alimentos que requerimos importar para que lleguen a las mesas de las familias ambientales y que también pueden ser influidas, por cierto, por cuestiones de geopolíticas que parecen también no estar en la lista de los riesgos externos de la economía mexicana.
Para reducir a 3.2 % (3.9% en su medida amplia) el déficit FISCAL que dejó en prácticamente 6 por ciento el pasado gobierno en este año, el ejercicio del recorte tenía que hacerse sobre todo a la luz de una RENUNCIA VOLUNTARIA DE APLICAR UNA REFORMA FISCAL QUE PROVEEA AL GOBIERNO DE LOS RECURSOS NECESARIOS PARA NO CASTIGAR INNECESARIAMENTE la actividad económica y el bienestar de los más en el país.
Lamentablemente pocas personas en México se interesan en estos temas económicos pero resulta fundamental imaginar lo que los recortes van a significar en nuestras vidas. Contemple: reducción de 43 por ciento en el presupuesto de CONAGUA cuando tenemos una crisis hídrica como nunca antes en el país, reducción en el ramo de Entidades no Sectorizadas para el sector salud de 42.5%, a la Sria. De Economía reducción de 9.4%, Turismo -9.4%, Energía -17%, INEGI -14%, en el sector de inversión en infraestructura -14%, en Medio Ambiente, -39%, Salud, -10.3% (cuando se estima haya 50 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud, saldo que deja AMLO durante su gobierno).
Sabíamos que no sería fácil y que el margen fiscal del gobierno (margen para atender imprevistos durante el año) sería muy muy reducido pero en ello, con debido respeto agrego, que eso es porque el gobierno NO QUIERE ENFRENTAR LA NECESIDAD DE UNA REFORMA FISCAL que sigue pendiente desde hace 40 años en el país.
Inconcebible que pudiendo elaborar una REFORMA FISCAL que se centre en las grandes fortunas personales y en las grandes cuentas de las compañías más poderosas que sabemos que no pagan lo que pudieran pagar de impuestos y que ya pagan en otras economías se haya RENUNCIADO a aplicarla lo que incrementaría la posibilidad de no tener que iniciar el primer año de gobierno con limitaciones que complicarán la operación de la economía y que incluso pudieran representarnos el enfrentar una eliminación del grado de inversión a México lo que verdaderamente sería un golpe terrible al país y al bienestar de las mayorías.
Ya veremos si el Congreso decide enmendarle la plana a la propuesta del Gobierno. Mientras tanto no podemos entender como el optimismo cobarde habrá de complicarnos el 2025. Además no solo no aplican la Reforma posible sino tampoco transparentan la paquetería económica del año entrante por segundo año consecutivo se les “olvidó” poner a la disposición de la sociedad sus pretenciones económicas para el año entrante.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
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