La gran apuesta
El Gobierno Federal pone sobre la mesa una apuesta atrevida: favorecer a las empresas productivas del Estado: CFE y Pemex.
Para hacerlo pasará sobre quienes tenga que pasar incluyendo los compromisos de México, como nación, en los acuerdos comerciales globales vigentes.
En la pavimentación de su propósito cambiará la Constitución Política de nuestra nación, enfrentará demandas de afectados en el interior del país y litigios Internacionales.
Pondrá además en jaque, a los participantes privados en la industria eléctrica y petrolera involucrados como actores principales en la obra de las reformas eléctrica y petrolera durante el sexenio que encabezó Enrique Peña Nieto.
De pasadita, propiciará que las empresas calificadoras pongan el énfasis en checar los cambios estructurales que está dispuesto a realizar el Poder Ejecutivo antes de que posiblemente le llegue un segundo cheque en blanco en materia legislativa derivado de las elecciones de mediados de este año.
Cambios que están a la vuelta de la esquina.
Y el riesgo de que llegue una pérdida del grado de inversión al país antes de lo que la mayoría de los analistas han pronosticado, será una realidad inminente.
México habrá cambiado de manera drástica durante plena pandemia. Tenía razón el Presidente cuando dijo que la emergencia sanitaria le había caído “como anillo al dedo”.
Quitarle un peso importante a Pemex vía el que el Gobierno Federal se haga cargo de sus deudas financieras (seis mil millones de dólares en este año), darle más margen de lo que vende y exporta, impone la necesidad de que alguien más ocupe el lugar, aunque sea de forma parcial, de su rol importante como contribuyente.
Tendrán que ser los grandes contribuyentes, los grandes consorcios y las familias más ricas del país.
Darle más oxígeno a Pemex y a la CFE para que recuperen un valor estratégico de hegemonía depende del oxígeno extra que pueda obtenerse de quienes a la fecha tienen un peso menor en el aporte fiscal.
Una reforma hacendaria a fondo, lo que ha hecho falta en este país desde hace más de 80 años es lo que se exige para que se salve a Pemex, se fortalezca a la CFE y México salga adelante.
¿Será el actual gobierno quien haga el milagro o se complicará el escenario económico en ese intento?
- @etorreblancaj en Twitter
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