Visión Financiera
Los Justo o el Doble Discurso
Eduardo Torreblanca Jacques
No se trata de articular nuestra política exterior a la medida de las conveniencias, gustos o necesidades de Estados Unidos. De ninguna manera.
Se trata de ser muy prudentes cuando se trata de pedir lo justo como lo representa sin duda el que Estados Unidos concluya con un bloqueo comercial inadmisiblemente vigente. En este nivel de proceso de economía global no es posible consentir castigos que lo único que garantizan es imprimir el sufrimiento y serias limitaciones de existencia a los pobladores en Cuba.
Por ello la demanda de México y de las naciones de América Latina a suspender definitivamente esa práctica es absolutamente justa y necesaria.
Ojalá, dicen los especialistas, ojalá el tema se haya atendido durante la reunión de Diálogo Económico de alto nivel que días antes del 16 de septiembre se desarrolló con Estados Unidos entre altos funcionarios de Estados Unidos y México.
Ojalá se notificado a Estados Unidos que el Presidente de Cuba estaría presente en la Capital de México y haría uso de la palabra en uno de los eventos conmemorativos de la Independencia de México donde se plantearía la exigencia de que Estados Unidos de por terminado esa etapa histórica.
No haberlo hecho así, implicaba guardar bajo la mesa una carta que es muy importante para ambas naciones y por supuesto para Cuba.
Históricamente tenemos muchos nexos con esa isla. Nuestra historia tiene encuentros generosos en anécdotas y desencuentros de relevancia, los menos. Tiene derecho México a requerir de Estados Unidos una medida histórica de la dimensión y dirección que se menciona antes aunque en esa justicia debió también reconocer la legítima demanda ciudadana en Cuba en cuanto a mejores condiciones de vida y de ejercicio democrático.
Una inscripción justa en la economía global, daría a Cuba la dimensión de un cambio histórico que su población tiene el derecho de experimentar.
Mientras tanto no podemos perder la dimensión de nuestras relaciones con ambos países.
Con Estados Unidos sostenemos una relación que en 27 años ha sido estratégica y explica en gran medida la estabilidad económica que ha reinado en nuestro país, contando los sinsabores del pasado que también son la muestra clara del potencial de recuperación que ofrece el tratado de libre comercio.
En este momento México no colapsa en lo económico por el T-Mec.
No desaparecerá la relación comercial que tenemos y crece con Estados Unidos por que México reclame públicamente a su socio terminar con el bloqueo comercial. No vamos ni a dejar de ser vecinos, ni socios, ni amigos probablemente. Pero de que habrá un raspón de por medio por el desplante (justo quizá en esencia) de México en su fecha histórica y en la reunión de la Celac, indudablemente habrá quedado un raspón.
Entre enero y julio del 2021 el intercambio de mercancías entre México y la Unión Americana sumó, datos oficiales del gobierno norteamericano, 375 mil 538 millones de dólares. La relación exportadora de México e importadora por parte de Estados Unidos sumó 218 mil 348 millones de dólares en el período.
Si tomamos el dato del intercambio bilateral de mercancías, diariamente suma un mil 788 millones de dólares y si tomamos en cuenta solo las exportaciones mexicanas hacia la Unión Americana la cifra alcanza los 218 mil 348 millones de dólares y diariamente llega a los un mil 39 millones de dólares.
Con Cuba las cantidades son diametralmente distintas. En conjunto, importaciones y exportaciones nunca hemos superado los 550 millones de dólares. Ni siquiera nos hemos acercado a ellos en los mejores momentos recientes. Cuba nunca superó los 60 millones de dólares como exportador a México y nuestra nación no consiguió registrar 450 millones de dólares de exportaciones a Cuba.
Es decir, basta medio día de intercambio comercial con Estados Unidos para superar fácilmente lo que consigue comercial bilateralmente con Cuba en todo un año.
Esto habla del potencial que tiene el comercio con Cuba que es un comercio pequeño dada la proporción que ocupa la población con potencial de crecimiento. Siempre será mucho más grande con Estados Unidos.
No se trata de renunciar a nuestros valores y principios, sino de ser, en la relación con nuestros socios y vecinos, sinceros en una dimensión histórica que nos obliga a ser cuidadosos con las formas y los tiempos que no nos exige renunciar a principios, pero tampoco a incurrir en la algarabía del doble discurso.
No se sabe mucho al respecto, pero Joe Biden y AMLO sostuvieron una videoconferencia el 17 de septiembre. Hablaron del cambio climática. No se sabe qué no quisieron comunicar, pero del cambio climático, también.
Algo llegaremos a saber.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo.
Síguenos en Facebook, Twitter, Threads, WhatsApp, Telegram, TikTok, Instagram, YouTube