¿México pobre o Pobre México?

Un dirigente político de oposición convocó en 1995 a familias tabasqueñas a suspender el pago del servicio de la luz como un acto de resistencia civil, ante el cobro desmedido de la factura eléctrica de esas familias.

Ya en calidad de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, ese mismo dirigente político, Andrés Manuel López Obrador, firmó en 2019 la condonación de una deuda que 330 mil familias tabasqueñas tenían en el pago del servicio que les suministró durante 25 años la Comisión Federal de Electricidad y que llegó a sumar 11 mil millones de pesos.

Luego, me explican, 170 mil tabasqueños firmaron un acuerdo para reiniciar el pago del servicio eléctrico que la compañía les proporcionaba y, según esas fuentes, con el pasar de algunas semanas más solo 20 por ciento mantuvo la intención de pagar por la luz que consumía a pesar de que se convino que su consumo sería valorado con la tarifa más baja de la empresa estatal.

Fin de la historia.

El pasado fin de semana, el Presidente de México firmó una amnistía que involucrará a varios millones de automóviles introducidos al país ilegalmente, que son popularmente conocidos como autos chocolate por ser autos chuecos o irregulares porque no pagaron impuestos al ingresar al país, no pagaron arancel alguno por su introducción a nuestro territorio, no pagaron nunca tenencia, no pagaron servicios de valoración de eficiencia del motor, de tal manera que contaminaban lo que fuera.

Autos ilegales que fueron introducidos por bandas criminales o cárteles dedicados a la introducción de esos autos chocolate, que en suelo estadounidense no tenían futuro alguno, por haber sido involucrados en accidentes mayores, autos sin futuro alguno en la Unión Americana, autos con más de 13 años de servicio y más de 300 mil millas de viaje.

Autos cuyos modelos fueron quizá descontinuados y para los cuales difícilmente hay de repuesto algunas piezas.

Pero lo que desecha Estados Unidos, aquí tiene mercado.

A la fecha, no ha iniciado el proceso de regularización y los autos chocolate ya han aumentado de precio, porque están en proceso de regularización.

Ya hay una mayor demanda y sus precios han incrementado por la posibilidad de ser introducidos a México aunque contaminen.

Lo que va a suceder es que la práctica no va a desaparecer y ni siquiera a disminuir, porque a la primera regularización se espera que venga más adelante alguna segunda.

Como los hogares que no pagan por el servicio de la energía eléctrica luego de 25 años de esa práctica.

No entiendo cómo es posible que sin haber pagado el servicio, la CFE no haya realizado una suspensión de éste.

¿Cómo fue posible que 18 millones de autos, según cifra negra publicada por un medio Internacional como Forbes, circulen en México sin que nadie se diera cuenta, ni llevaran esos autos a corralones por circular sin autorizaciones correspondientes o alguna autoridad lo reportara?, ¿qué pasa en el país que la ilegalidad acaba siendo cosa de todos los días sin que haya consecuencias por infringir la ley?,
¿estamos en un país en el que será posible avanzar en la lucha contra la pobreza y pobreza extrema gracias a cambiar poco a poco los factores que propician esa condición o vamos a mantenerla, concediendo beneficios a esas familias para que en la práctica entiendan que ser pobre no es tan malo, porque hay licencias que por sobre la legalidad se les conceden?

¿Ser pobre que se impone sobre la Ley?

¿México pobre o Pobre México?