
Universo Pyme
Del paraíso al infierno en menos de un año
Desde muy temprano el día de lunes 31 de agosto el Inegi dio a conocer la primera estimación del PIB correspondiente al tercer trimestre del año con datos que son muy relucientes, tanto que es previsible que el 25 de noviembre próximo, cuando se dé a conocer el resultado final del crecimiento económico en ese período haya algunos ajustes necesarios para dejar de pensar que operación Max Factor ha entrado en escena.
Para quienes no pintan canas, Max Factor era (¿o es?) una marca de productos para el maquillaje de damas (y caballeros) que fue muy dominante en los años setenta y posiblemente ochenta, hace casi 45 años. Operación Max Factor invita a pensar que alguien le metió mano a los datos para hacerlos más atractivos.
Con respecto al trimestre segundo del presente año hay un avance estimado en un punto porcentual; en relación al trimestre tercero del 2021 el crecimiento económico es de 4.3 por ciennto y con respecto a los nueve primeros meses del año se viene creciendo a ritmos de 2.7 por ciento. Los datos de comparación anual y de los primeros nueve meses del año son espectaculares.
Vamos ahora a los sectores: primario, el campo, avanzó 1.8 por ciento contra trimestre segundo del año. 3.5 por ciento contra mismo trimestre del año anterior y de 2.3 por ciento medido en los primeros nueve meses del año. El sector secundario, industria y sector manufacturero avanzó 0.9 por ciento en comparativa trimestral previa, 4 por ciento en comparativa anua mismo trimestre del 2021 y 3.4 por ciento en los primeros nueve meses del año. Por su parte el terciario (comercio y servicios) que mejor transmite el comportamiento del mercado doméstico presenta avance de 1.2 por ciento respecto al trimestre anterior, comparado con el mismo trimestre del año pasado avanza 4.3 por ciento y suma en los primeros nueve meses del año un repunte de 2.1 por ciento.
Los datos son, para decirlo claro, espectaculares sobre todo si tomamos en cuenta la mediocridad de los trimestres anteriores y el balance que se puede realizar de forma global, tomando los cuatro años de gobierno de la autoproclamada 4T. Necesario decir que nadie entre la prospectiva económica apuntaba a esta posibilidad aunque nosotros alertamos que hasta el tercer trimestre había datos que, de extenderse hacia el cuarto trimestre pudiera significar finalmente el compensar todo lo malo en materia económica entre el 2019 y el 2022.
A pesar de la espectacularidad de las cifras , de no hacerse ningún ajuste a las cifras, hasta ahora sigue la economía siendo inferior a la que tuvimos a finales del 2019 e incluso debajo de las cifras del PIB a finales del 2018.
Nos siguen debiendo, para decirlo claro y directo. Lo vemos más adelanto con cifras.
¿Qué está impulsando a la economía?
Las exportaciones sin duda. El comportamiento económico relevante puede explicarse por el impulso a las exportaciones y en concreto se debe al impulso que en este terreno ha implicado el comercio con Estados Unidos y en menor grado con Canadá.
También hay un efecto matemático que no puede desconocerse. La base de comparación trae datos pobres en el 2021 que aún no reflejaron repunte y superación del daño económico de la pandemia. El trimestre tercero del año pasado fue 0.53% menor respecto al segundo trimestre del 2021.
Los datos del tercer trimestre reportados el lunes 31 de octubre podrán ser sujetos a revisión gracias a otros datos que se agreguen en los siguientes días hasta completar casi el mes y lo más probable es que se haga un ajuste hacia la baja de las cifras. Los analistas que se dedican a los números descartan que el IGAE, Indicador Global de Actividad Económica del mes de septiembre pueda ser de seis por ciento lo que está exigido en la cifra preliminar del PIB al tercer trimestre del año.
Es decir, puesto de otra manera: para que el crecimiento del país haya sido de 4.3 por ciento en términos anuales y de 2.7 por ciento los primeros nueve meses del año sería necesario un IGAE de 6 por ciento en septiembre. Y nadie cree que ello haya sido posible.
A pesar de las buenas cifras que el dato preliminar del PIB al tercer trimestre del año ofrece, y asumiendo que no hubiera ajustes negativos en las cantidades, el PIB del tercer trimestre del año queda abajo del dato del PIB a finales del 2019 en -0.48 por ciento y -0.66 por ciento respecto al dato final del PIB del 2018.
Ya veremos qué dice el dato revisado del PIB el 25 de noviembre.
Ahora bien… el descalabro al que hace referencia el título de esta columna refiere a la muy alta probabilidad de que la economía de Estados Unidos experimente una recesión el año entrante. No será un ajuste económico natural pues para combatir la inflación la FED, la Reserva Federal de la Unión Americana induce la contracción económica lo que equivale a que a un paciente se le induce un estado de coma para que su organismo pueda luchar mejor en contra de un padecimiento (digamos COVID para hablar de una enfermedad muy familiar para nosotros). Recesión en Estados Unidos implica necesariamente que México padecerá los efectos sobre todo en el comercio exterior que es la piedra angular del desempeño económico estadounidense. Por eso pasamos del paraíso al infierno de un año a otro.
Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Quadratín Quintana Roo
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